lunes, 17 de septiembre de 2012

El Real Madrid-Partizan de Belgrado que estuvo a punto de no disputarse en la primera Copa de Europa


Se ha contado mucho que la Selección Española, por decisión de Franco y su Gobierno, se negó a viajar a Moscú para enfrentarse a la Unión Soviética en la primera edición de la Copa de Europa de Selecciones en 1960. Se trató de una decisión extraña, realizada en el último momento y muy poco explicada, y eso que ya había fechas fijadas e incluso se había realizado la convocatoria de los jugadores. La resolución correspondió a las altas instancias, y no se quiso explicar en demasía. En la prensa se emitió una escasisima nota en la que se anunciaba la suspensión del partido, sin responder si era definitiva o un aplazamiento, ni el que lo motivaba. En el Nodo ni se mencionó, en la prensa de manera fugaz. Por tanto la URSS avanzó ronda y España fue eliminada por incomparecencia.

Pero, un lustro antes, en 1956, en la primera Copa de Europa de Clubes, planeó el mismo fantasma sobre el Real Madrid. Decisión que le hubiera impedido proclamarse como Campeón y quizá hubiera desnivelado los exitosos inicios del equipo blanco, y estropeado la imagen del régimen, que tuvo en el Real Madrid, uno de los mejores embajadores internacionales.
Y es que, tras derrotar al Servette suizo, el Real Madrid debía enfrentarse en cuartos de final al campeón yugoslavo, el Partizan de Belgrado, que se había deshecho del Sporting de Lisboa. Un 25 de diciembre, día de Navidad, de 1955, el Santiago Bernabeu se preparó para el encuentro de ida. Al ser la primera edición de la Copa de Europa, resultaba complicado hablar de favoritos, potencial, rivales... Y más en dos naciones con gobiernos antagónicos, que no mantenían ningún tipo de relación. En la ida, el Madrid se impuso con rotundidad, 4-0. Parecía un resultado cómodo para afrontar la vuelta sobre suelo yugoslavo.

Sin embargo, comenzó cierto run run. El Mariscal Tito era una de las principales voces contra el franquismo en los escenarios internacionales. La presencia de un régimen que había colaborado con el Eje durante la Guerra Mundial le resultaba injustificable. Así fue como pocos meses antes de disputarse el partido, Yugoslavia había sido uno de los diez países que votó en contra del ingreso de España en la ONU. Este odio antiespañol se acrecentaba por una de las obsesiones de Tito era dar caza y ejecutar a Ante Pavelic, otro colaboracionista que independizó Croacia de los yugoslavos y ejerció de caudillo en el nuevo estado con la connivencia nazi entre 1941 y 1945. Se estima que durante su Gobierno se ejecutó a 600.000 personas, y mantuvo una actitud altamente combativa a los partisanos yugoslavos que lideraba el propio Tito. En 1945, cuando la derrota era inminente, se refugió a Austria, y de ahí, huyó con pasaporte español a Italia, para dar el salto a Argentina, "invitado" por el propio General Perón. Tras sobrevivir a dos atentados por los servicios secretos serbios, se exilió en España en 1957, donde fallecería dos años más tarde.

Ese pasaporte español provocaba en Tito una gran afrenta, ya que percibía en el régimen de Franco a un colaborador directo de la huida de Pavelic. Y más, cuando después, le acogió hasta su muerte. Tito se dedicó a liderar una opinión pública contra el franquismo durante años. Franco, como con cualquier gobierno comunista, no mantenía relaciones de ningún tipo. Y Yugoslavia no era ninguna excepción. Por eso, el encuentro de vuelta que debía disputarse a finales de enero de 1956 empezó a generar dudas.

Un desplazamiento a Belgrado, Capital de un régimen comunista, liderado por uno de los más activos opositores al Gobierno español provocaba incertidumbre. No había precedentes además, se trataba de la primera ocasión en la que se disputaban encuentros oficiales con un equipo español. Al parecer la sombra de negar el desplazamiento planeó por la cabeza de varios miembros del Gobierno, aunque finalmente, la gestión de Raimundo Saporta, directivo del Real Madrid logró convencerles de la oportunidad y la idoneidad de disputar el encuentro. Finalmente se dio luz verde. El Madrid viajó a Yugoslavia... y aunque no lo tuvo fácil sobre un terreno helado, la victoria por 3-0 del Partizan resultó insuficiente. El Madrid resistió y avanzaba ronda en su camino para levantar la primera Copa de Europa.

2 comentarios:

Mr Quely dijo...

Para que luego digan que Franco era del Madrid...

Gontxo dijo...

Me leí un libro que es "El Real Madrid en la historia de España" que sacaré en la biblioteca algún día, y combate bastante esa idea. Resulta recomendable y tiene apartados muy interesantes.