domingo, 16 de noviembre de 2014

Y Senegal se impuso a Francia en 2002



Fue un triunfo inesperado. Con ese regusto histórico que de vez en cuando provoca el fútbol. Por vez primera, una ex colonia africana se permitía imponerse a su antigua metrópoli en un partido de fútbol. Y no era una cualquiera. Francia comenzaba su defensa del campeonato del Mundo. Cuatro años antes se había impuesto en Saint Denis consiguiendo su primer título mundial. Dos antes lograba también imponerse en la Eurocopa. Era esa Selección multicultural y multiracial que recogía una amplía diversidad de jugadores y que se situaba de ejemplo de integración, ante el panorama y conflicto social que cada vez resultaba más patente en el país galo.

Pero en el terreno deportivo nadie parecía presagiar lo que sucedería. Francia se había impuesto cuatro años antes, con un conjunto multicultural, en el que se encontraban jugadores de diversas procedencias. Nombres como los de Djorkaeff, Zidane, Henry o Lama con antepasados recientes de las antiguas colonias o de territorios de Ultramar. Otros, incluso habían nacido en el extranjero, como Desailly (Ghana), Karembeu (Nueva Caledonia) o Thuram (Guadalupe). Pese a los lógicos cambios de algunos nombres sucedidos en estos cuatro años, el conjunto mantenía esa misma base mixta y diversa. 

Nada hacia prever una debacle como la que viviría Francia en el campeonato. Eliminada en la fase de grupos, incapaz de anotar un solo tanto y ofreciendo un rendimiento francamente pobre que le llevaría a cerrar un grupo que le había emparejado con Senegal, Uruguay y Dinamarca.

Pero en ese encuentro inaugural, con todo el mundo pendiente, Senegal decidió protagonizar una de esas gestas con regusto de justicia poética. Senegal era uno de los territorios de la Federación "África Occidental Francesa", una región colonial que abarcaba los actuales Mauritania, Senegal, Malí, Guinea, Costa de Marfil, Níger, Burkina Faso y Benín. Un amplio territorio, que fijó su capital, primero en Sant Louis y posteriormente en Dakar y que llegó a congregar a 25 millones de habitantes. El terreno era regentado por un Gobernador General. Los territorios elegían también un diputado que les representaba en el Parlamento francés, siendo el más afamado Blaise Diagne, alcalde de Dakar y principal representante de la región que logró abundantes medidas para ampliar los derechos de ciudadanía de los habitantes de las colonias.

Tras el fin de los conflictos bélicos y la refundación de la República Francesa en 1958, con el agravante de las tensiones en Argelia y en Indochina, Francia hubo de ir cediendo su espacio a los diversos territorios. Y Senegal, en primer término junto a Malí, aunque luego también se separarían, y los demás países fueron accediendo a la independencia. Pese a  que desde entonces operan como Estados Soberanos, Francia mantiene todavía una amplía influencia sobre la región, incluso de carácter militar, con recientes intervenciones en Costa de Marfil o Malí por ejemplo.  

Esa herencia colonial y la teórica debilidad africana parecía impensable que pudiera cobrarse una pequeña reparación a nivel deportivo. Pero así sucedió en 2002. En Seúl, en pleno partido inaugural del Mundial que organizaban conjuntamente Corea del Sur y Japón. Senegal, en su primera (y de momento única) participación en una Fase Final de un Campeonato del Mundo de fútbol, con la mayoría de sus jugadores militando en conjuntos franceses, se imponía por 1-0 a su antigua potencia soberana y encima, la vigente campeona. A la media hora de juego, Pape Boupa Diop, jugador del Lens fue el que anotó el tanto victorioso. Senegal se mostró poderosamente más fuerte. Tanto en el robo de balón, el regate de Hadji Diouf que dejó en el suelo a Lebouef y la fuerza con la que entró Boupa Diop para aprovecharse de las dudas de Bathez y Petit que no acertaron a despejar.
Vieira y Diop. Ambos nacidos en Dakar.

Pese a que Lemerre, dio entrada a hombres de ataque, a Senegal no le hizo falta siquiera realizar sustituciones. Ese 1-0 se convertía en la victoria más destacable a nivel deportivo del país africano. Y con el regusto mayor de haberse impuesto a su metrópoli colonial. Entre la que jugaba incluso Patrick Vieira, nacido en Dakar y que iba a asistir impotente a como su país de nacimiento se imponía al conjunto francés.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Guadalupe y Nueva Caledonia son son territorios extranjeros pero franceses. Tienen los dos estatutos diferentes. Guadalupe es una provincia y Nueva Caledonia un territorio de Ultramar son proprio parlamento.
Lo interesante en este partido fue que en el once senegalés, todos jugaban en Francia, lo que no era el caso del once francés.

Gontxo dijo...

Sí, acabó de colocar un enlace en mitad del post. Los 11 de Senegal jugaban en equipos de la Ligue 1 francesa.

La Selección francesa, excepto Lebouef (Marsella) y luego los cambios, Dugarry (Girondins) y Cissé (Auxerre) jugaban fuera. Barthez (Manchester United), Desailly y Petit (Chelsea), Wiltord, Vieira y Henry (Arsenal), Djorkaeff (Bolton) en la Premier. Thuram y Trezeguet (Juventus) en Italia y Lizarazu en el Bayer de Munich de Alemania.

doRCCV dijo...

Recuerdo del jugador Senegalés Fadiga, que lo cacharan intentado robar unas joyas.