Entre Cibeles y Neptuno, Apolo

Toda Europa, como es costumbre, mira con atención la final de la Champions. Pero especialmente Madrid. Los dos equipos más poderosos de la Capital, se enfrentan en Lisboa por ser el campeón continental. Así que, ¿que mejor día para hablar de otras cosas ajenas al fútbol?

En pleno centro, las fuentes de Cibeles y Neptuno, permanecen acordonadas y protegidas. Son los lugares donde los aficionados de Real Madrid y Atlético celebran sus triunfos, y hoy, en uno habrá explosión de alegría, más aún porque implicará la derrota del vecino. Dos fuentes grandes, a escasa distancia una de la otra, en el centro de dos plazas que atraviesa el Paseo del Prado y que a partir de la Cibeles da comienzo el de Recoletos, la principal arteria de tráfico del centro de la ciudad. Fácilmente visibles e identificables. Comparten padre en la figura de Ventura Rodríguez y en la mitología griega tienen una temática común. Pero entre las dos celebres fuentes, se encuentra una tercera, en honor a Apolo, diseñada por el mismo autor y coetánea de las anteriores. Sin embargo mucho más desconocida. Casi anónima. No estoy yo muy seguro de que un buen número de madrileños conozcan su ubicación y existencia.

Yo recuerdo la primera vez que supe de ella. Fue en una clase de historia del Arte, en el colegio. La profesora ponía diapositivas y sacó esta fuente, y dijo que estaba entre las de Cibeles y Neptuno y apenas nadie reparaba en ella. En mi caso llevaba absolutamente toda la razón. Efectivamente, en el paseo peatonal, entre media de ambas, emerge esta fuente. Mucho menos llamativa. De menores dimensiones, menos imponente sin ir encima de un carro tirado por leones o delfines... y sobretodo sin encontrarse en medio de una plaza por la que circulan los coches. Allí se sitúa Apolo con una lira, un carcaj a su espalda y una serpiente a sus pies. Debajo suyo, una representación de cada estación climática. A los lados, Medusa y Circe expulsan agua que caen sobre los laterales. Y en la parte frontal, entre la temática griega, el escudo de la Osa y el Madroño.

Hoy no está vallada. Pero sea cuál sea el vencedor, es muy probable que la aglomeración la alcance y muchos pasen a su lado, desconociendo que ahí está el hermano menos famoso de este conjunto de estatuas de la Capital.

Aprovecho para recomendaros un fantástico Blog, "Secretos de Madrid", donde por supuesto aparece esta fuente y muchos otros secretos que merecen desvelarse sobre la ciudad.