La
Ley 52/2007, cuyo nombre técnico corresponde a "Ley por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura", fue una de las leyes que más polvareda salpicó en los últimos años.
Conocida como Ley de la Memoria Histórica, fue una de las normas en las que más se volcó el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y que consiguió aprobar con el apoyo del resto de la Cámara, a excepción del Partido Popular que se mostró abiertamente en contra.
En uno de sus apartados, en el artículo 15, la Ley hablaba sobre Símbolos y Monumentos Públicos y establecía que "Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura".
Su ejecución ha conllevado polémica. En Madrid fue retirada una estatua de Franco ubicada en pleno Paseo de la Castellana, lo que originó protestas en nostálgicos y simpatizantes del Régimen. Algunas Administraciones han tomado nota y se pusieron manos a la obra para "limpiar" los abundantes símbolos predemocráticos, mientras que otras, sobretodo pequeños Ayuntamientos y Entidades Locales tratan de obstaculizar y demorar su cumplimiento, y no resulta extraño encontrar aún, calles y nombres dedicados a Franco o a personajes de renombre de ese periodo cuyo incumplimiento con la Ley resultaría evidente. El fútbol, también permanece ajeno a la norma. Son varios estadios, bautizados con nombres de personajes colaboradores con la Guerra Civil y la represión de la dictadura que siguen manteniendo sus denominaciones sin ningún atisbo además, de cambio próximo.
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Franco, junto a los Generales Queipo de Llano y Varela
y Ramón de Carranza (hijo) |
RAMÓN DE CARRANZA (Cádiz)
Uno de los estadios más famosos de España y que da nombre además a uno de los torneos veraniegos más importantes de nuestro país es sin duda el gaditano Ramón de Carranza. El campo fue inaugurado en 1954 y desde el principio se le bautizó con el nombre que aún perdura.
Su denominación se dio en homenaje a Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera, marqués, marino de guerra, Gobernador Civil, diputado, senador... y nombrado alcalde no electo de Cádiz en la dictadura de Primo de Rivera. Cuando se proclamó la República, se negó a entregar a su cargo y negó la legitimidad al nuevo sistema. Abandonó Cádiz, y marchó a Sevilla. Pero en 1936, con 74 años y bastante mermado de salud,
en cuanto se produjo el levantamiento en Cádiz, tomó una avioneta, mostró su adhesión a los militares golpistas y volvió a ser nombrado alcalde y gobernador civil de la provincia por Queipo de Llano, hasta su fallecimiento un par de meses más tarde.
Entre esos militares golpistas a los que juró adhesión, tomaba parte activa su hijo, también llamado
Ramón de Carranza. Como su padre había seguido carrera militar, y al mismo tiempo que su padre era nombrado en Cádiz alcalde y gobernador civil, él recibía los mismos cargos en Sevilla. Al finalizar la guerra, premiado y condecorado, tuvo una amplía carrera política como Diputado Provincial y Procurador en Cortés. Durante la guerra se le vincula como ideólogo de la represión llevada a cabo, incluso con ordenar directamente varios asesinatos. Después, se retiró a sus negocios, entre los que se incluía el fútbol. Sustituyó a Ramón Sánchez Pizjuan en la Presidencia del Sevilla CF y bajo su mandato se produjo la construcción del actual campo sevillista.
SANCHO DÁVILA (Puerto Real)
No muy lejos de Cádiz, encontramos el modesto estadio del Puerto Real, de apenas 6000 espectadores y cuyo nombre recibe el de Sancho Dávila. Otro abogado y político falangista que ocupó diversos cargos en el franquismo. Era primo de José Antonio Primo de Rivera, y, gracias a su relación con este, fue nombrado jefe de Falange en Andalucía. Se le considera responsable de varias acciones violentas y terroristas del grupo por lo que fue detenido y pasó por diversas prisiones, donde le sorprendió el inicio de la guerra. Tras la muerte de José Antonio, se convirtió en una de las principales figuras de Falange. En 1938 fue nombrado Consejero Nacional del Movimiento y en 1943 sería Procurador en Cortes. Pero, sus simpatías con los nazis le hicieron perder influencia política en torno a Franco, por lo que su protagonismo fue menguando. También tuvo su espacio en el fútbol, fue Presidente de la Federación Española entre 1952 y 1954. Pese a que el estadio del Puerto Real mantiene su nombre, el Ayuntamiento de Sevilla, en 2012, sí retiró una calle que tenía a su nombre.
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Luis Sitjar, el más alto en el medio junto a otros falangistas. |
LLUIS SITJAR (Palma de Mallorca)
Considerar a día de hoy, estadio al Lluis Sitjar de Mallorca suena hasta insultante. El equipo abandonó su antigua sede para ir a jugar al Estadio Municipal de Son Moix en 1999, y sus equipos de categorías inferiores, poco después. Desde entonces, el estadio se ha ido deteriorando, convertido en un c
entro de inmundicia, okupas y en el que se han sucedido desde diversos delitos hasta un incendio por las pésimas condiciones en las que se halla. El Ayuntamiento, ya decretó su estado de ruina y mandó una orden de derribo, paralizada por un recurso posterior del Mallorca y sus co-propietarios. Pero el nombre, permanece inalterable. Y es que
hasta hace no mucho, no se había denunciado y hecho público el papel protagonista del ex presidente del Mallorca en la represión en la Isla. Miembro de Falange, se le acusa de tomar parte en muchos actos de asesinato y de desapariciones de simpatizantes republicanos.
ANGEL CARRO (Lugo)
El estadio del Lugo, equipo que actualmente ha logrado la permanencia en 2ª división lleva en su nombre el de Ángel Carro, aunque con el nombre en gallego, Anxo Carro. Carro era el Presidente de la Cámara de Comercio de Lugo, la agrupación de empresarios de la provincia. Desde el primer momento tomó una actitud de apoyo al Golpe de Estado del 36 y decidió enviar provisiones y diversas ofrendas al Ejercito, Guardia Civil y tropas falangistas. Su cargo, después de la guerra continuó inalterable. Incluso en
el ABC el matrimonio de una de sus hijas aparecía en las páginas de sociedad. Al acabar la guerra, fue directivo de la Sociedad Deportiva Lucense y uno de los que financió que se levantará un campo de fútbol, que fue bautizado con su nombre. En 1974, se levantó el actual Anxo Carro, que respetó su nombre.
SANTIAGO BERNABÉU (Madrid)
El tema de Santiago Bernabéu, como todo lo que hagan Real Madrid o Barcelona, es ya ampliamente conocido. Simpatizante de la CEDA, escapó de Madrid a través de la embajada francesa con el estallido de la guerra, y pasó al bando sublevado con el rango de Cabo a las ordenes de Agustín Muñoz Grandes. Al finalizar el conflicto, presidió el Real Madrid de 1943 a 1978 con una amplísimo palmarés bajo su mandato. Posteriormente, la historia ha ido tejiendo verdades, leyendas y anécdotas de difícil comprobación y que contradicen sus relaciones con la dictadura... Desde la utilización del club como Embajador del Régimen y con un gran entendimiento y simpatía mutua con el Generalísimo,
a peleas con el General Millan Astray al que supuestamente prohibió volver al palco del estadio y este llegó a amenazarle de muerte o a la denegación de la "Operación TorreBlanca", una recalificación urbanística con el fin de levantar un nuevo y moderno estadio en la década de los 70 con dinero público y que fue prohibida tajantemente por el propio Caudillo... Existen lecturas y opiniones, demasiado influenciadas por las simpatías deportivas que se mantengan, por lo que es complicado fiarse ciegamente de ellas. El caso es que Santiago Bernabéu, mantiene el nombre al estadio. Y además una calle, una plaza y una estación de metro con su nombre en la Capital de España. Si bien, algunos también disculpan que su participación en la guerra, se limitó a ese rango, por ideología y no se le pueden imputar, ni siquiera dudosas, acciones represoras o sanguinarias.
ÁLCALDES Y COMBATIENTES
No son los únicos casos, aunque podrían admitir más debate. Ya que, considerar que todos los alcaldes de España durante un largo periodo de 40 años fueran responsables de la represión o la dictadura franquista podría resultar exagerado. Aunque es evidente, que debían avenirse a las directrices que surgieran del Generalísimo y su Gobierno autoritario. Pero en definitiva, hay varios ejemplos más de estadios que continúan con nombres que vinculan a políticos del régimen predemocrático y el debate sobre si pasarían el filtro de la Ley de Memoria Histórica podría ser interesante. E
l estadio del Ceuta, rinde homenaje a Alfonso Murube, futbolista del equipo ceutí que desde el mismo 17 de julio decidió tomar un fusil y partir a la Península entre los primeros protagonistas del alzamiento. Fallecería un año después combatiendo y habiendo alcanzado el rango de teniente en el bando sublevado. En la otra ciudad autónoma, Melilla, el campo de fútbol recibe el nombre de Álvarez Claro, falangista, procurador en Cortes y alcalde de la ciudad durante ocho años en la década de los 40. En el municipio pacense de Villanueva de la Serena, el Villanovense, equipo de 2ªB, el nombre del estadio está bautizado con el del alcalde entre 1963 y 1974, Romero Cuerda, que también fue procurador en Cortes y al que algunos también vinculan como líder de la represión en la región extremeña. Y el Avilés, juega en el estadio Román Suárez, alcalde de la ciudad asturiana en los años 40, que llegó a condecorar a Franco y este le nombró alcalde perpetuo de la ciudad.
La mayor parte del mérito de este artículo, tanto de tratarlo con insistencia, como labor documentadora corresponde a Iñigo Arza (@Idealesdelgol) que es el principal indagador de la nomenclatura de la dictadura que se mantiene en varios campos de fútbol. Yo me he aventurado a darle un poco de forma.