viernes, 10 de enero de 2014

Los hermanos Ramón Herrera "el Sabio" y Herrerita

Los hermanos Herrera, uno a cada lado
Asturias siempre ha sido una tierra que ha aportado grandes futbolistas. Desde que yo me aficioné al fútbol, podría recordar a Luis Enrique, Manjarín, Juanele, a ir llegando a nombres de mucho peso, campeones con la Selección como Villa, Mata, Cazorla... Y eso, pese a que los dos equipos más importantes atraviesan una época de vacas flacas muy marcada. El Oviedo que llegó a penar en Tercera División, todavía no ha conseguido ni regresar a Segunda tras padecer unos traumáticos descensos. El Sporting, perdió la categoría con una de las puntuaciones más bajas de la historia y pese a que consiguió con Preciado retornar unos años, de nuevo se encuentra en Segunda División. Pero hubo jugadores que ya destacaron en el fútbol astur desde los inicios del fútbol en nuestro país. Dos de ellos, fueron los hermanos Herrera.
Agradecer el envío de la foto a @CesRivas

Dos hermanos gijoneses, fueron dos de los futbolistas más célebres del momento. El menor, Eduardo Herrera, conocido como Herrerita, es una de las grandes leyendas oventenses. Tanto, que incluso da nombre a una calle de la ciudad. Abandonó un Sporting, con graves problemas económicos y firmó por el Oviedo que pagó por el traspaso casi 40.000 pesetas, unas cifras altísimas para la época. Tras la Guerra Civil, y no poder tomar parte el club asturiano en el campeonato por la situación de su estadio, marcharía un año al Barcelona, para regresar al año siguiente. En total trece campañas con los ovetenses, más de 200 partidos en Primera y con 117 goles sigue siendo el máximo goleador de la entidad en 1ª división. El último año de su carrera, decidió regresar al Sporting con el que obtendría un ascenso a Primera, antes de colgar las botas. Había sido internacional entre 1934 y 1945, aunque no entró entre los convocados para los Mundiales de Italia y Francia.

Su hermano mayor, Ramón Herrera, apodado "el Sabio" también fue una figura destacada. También se inició en el Sporting, posteriormente pasaría por el Atlético de Madrid, el Betis y regresaría a Gijón para seguir anotando goles. La Guerra Civil le sorprendió fuera de Asturias, por lo que decidió alistarse con los nacionales de inmediato y combatir a las tropas Republicanas de su tierra. Estuvo presente en las batallas de la sierra del Naranco. Según cuentan, desarrolló una extraña atracción por el riesgo y se ha comentado en diversas ocasiones que desde la trinchera exhortaba al enemigo con frases como "Aquí tenéis al mago del balón, disparad sobre él". Finalmente, la ciudad de Oviedo no resistió el sitio y acabó siendo tomado por las tropas franquistas. Pero Herrera, se lamentaba de que no hubiera habido una bala para él. Así que, continuó sus aventuras militares y decidió enrolarse como voluntario en la División Azul, marchando a combatir a la URSS. Tampoco allí halló la muerte, así que regresó a España para trabajar en diversas empresas. El Sporting le brindaría un partido de homenaje en 1950, y fallecería 10 años después, tras ingerir en exceso unos somníferos. En sus necrológicas, los periódicos resaltaban la grandeza del personaje. Os dejo la del ABC y el enlace a la de El Mundo Deportivo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaría hacerte una pregunta.Soy familiar de la saga futbolista de los herreritas.Mi bisabuelo era hermano de Herrerita,pero mi abuelo se vino a vivir a Sevilla.Se que algunos uno de ellos podría estar vivo.Me refiero a Jose Luis Herrera Alonso.Me gustaría si me lo puede confirmar.Mi nombre es Rafael Lillo Gómez.

pachi dijo...

Como se puede decir: "Finalmente, la ciudad de Oviedo no resistió el sitio y acabó siendo tomado por las tropas franquistas ". Cuando estas tropas (Las brigadas navarras) fueron en auxilio de la ciudad de Oviedo defendida por los nacionales mandados por el coronel Aranda, sitiada durante muchos meses por los rojos que lograron entrar. En vez de "tomado" era lo mas correcto "liberado". Y Dices pasiones politicas la tuya no te deja ver la realidad histórica.

Anónimo dijo...

‘Rojos’ fueros como quedaron los ojos de tu padre Pachi, cuando se entero que eras hijo del barrendero. Un abrazo sincero