Cataluña se aproxima a las Elecciones Autonómicas. Posiblemente las más importantes desde la Transición. Convergencia y ERC han unido fuerzas, Unió rompió la tradicional coalición que formaba CiU, PP y PSOE parecen llegar en sus horas más bajas, y el movimiento independentista con más fuerza y decisión que nunca. Un montón de alicientes para ver que depara el futuro. Desde luego, aunque estemos en pleno agosto, la maquinaria electoral está a pleno rendimiento.
El Barcelona, en los últimos tiempos se ha acostumbrado a ser una ficha más de la partido. Joan Laporta no lo escondía, en caso de haber sido elegido, tenía un compromiso claro con el proceso independentista. El que sí resultó victorioso, Josep Maria Bartomeu, es menos claro, pero también ha tenido episodios que le vinculan a favor de la separación de España. Tampoco hay que irse mucho más lejos para ver la presencia de Rosell en las Diadas o de algunos jugadores que sin querer extenderse, han afirmado estar a favor de la posibilidad de decidir.
Sin embargo, más alejado de los focos suele estar el Espanyol. El equipo menor de la ciudad, bastante más esquivo a entrar en el ruedo político, y eso que incluso hasta hace poco, lo presidía Daniel Sánchez Llibre, hermano de uno de los diputados de CiU (en este casó de Unió). El Espanyol, ha seguido reivindicado su catalanidad, pero sin querer entrar en batallas, o ser también escogido como símbolo de resistencia españolista en pleno Barcelona. También ha protagonizado algunos episodios víctimistas, cuyo argumentario resultaba más similar al de un hermano con mamitis, en favor del Barcelona y su apoyo desde las instituciones.
Pero el caso es que Junqueras arremetió contra el Espanyol. Lo consideró un equipo vinculado a la Casa Real española, a la que pidió patrocinio y apoyo y de ahí que recibiera su título de Real, añadiría la corona a su escudo y optase por los colores azul y blanco, y situaba casos parecidos los de Real Sociedad, Zaragoza, Real Madrid, Deportivo de la Coruña o el extinto Real Málaga, anterior al conjunto actual.
Vía carta llegó la respuesta del presidente del Espanyol, Joan Collet, ofreciéndole al historiador Junqueras "darle un clase de historia" prácticamente inmediata. Explicó los orígenes del Espanyol, con mucha sorna indicó que fundado por estudiantes catalanes y que su primer color que fue el amarillo, porque uno de los fundadores tenía un negocio textil y le sobraba de ese color. El Espanyol era un club pequeño con estrecheces económicas, a diferencias de los grandes con inversión extranjera, sin nombrarlo pero en clara alusión al Barcelona del suizo Joan Gamper. Y terminaba explicando que los colores azul y blanco fueron elegidos en asamblea en 1910 en honor al blasón de Roger de Lauria "almirante que servía con lealtad a la corona catalanoaragonesa". Y desde entonces esos han sido los colores del club, años antes incluso de recibir el título de Real por Alfonso XIII.
He de reconocer que me gusta cuando el Espanyol patalea, porque nadie les pidió opinión y Junqueras les situaba en un escenario de catalanes "inadecuados", beneficiados por la Casa Real española. La respuesta de Collet es ingeniosa y cargada de pullas. Lo único, donde te demuestran que al final vas perdiendo es que hasta sin querer entrar en guerras... Collet, un hombre de 53 años también pica y se suma a referirse a "la Corona catalanoaragonesa". Yo con 31 nunca estudie ese término. Y ahora, parece imponerse indefectiblemente y asentarse con normalidad incluso entre la gente que no parece estar de acuerdo...