En España hay algunos fenómenos electorales curiosos. En Andalucía, desde que se constituyó como Comunidad Autónoma, solamente ha habido gobiernos del Partido Socialista en la Junta. Sin embargo, en todas las capitales de provincia andaluzas, el alcalde es del Partido Popular. Muchas, a consecuencia del vuelco electoral municipal mayoritario del PP en 2011, pero en otras, (Cádiz, Málaga, Huelva) el dominio alcanza ya los 20 años. En Galicia, el fenómeno es a la inversa, apenas dos breves periodos que no consiguieron continuidad han apartado al Partido Popular del Gobierno de la Xunta. Sin embargo, las capitales de provincia, o la propia Santiago de Compostela, han tenido un tono predominantemente próximo a la izquierda. No en exclusividad, ni siempre tan consolidado, pero A Coruña tuvo prolongadas etapas socialistas, también Vigo, Santiago, u Ourense y Lugo, que resistieron a ese empuje del PP y mantienen la alcaldía socialista desde 2007 y 1999 respectivamente.
Así que para hacer frente a esta circunstancia y reforzar su oferta electoral municipal en Coruña y Vigo, el PP atrajo a dos rostros conocidos. Los presidentes del Deportivo de la Coruña y del Celta de Vigo, acabaron engrosando sus listas electorales. De hecho, el deportivista, llegó incluso a ser el que las encabezaba en dos ocasiones.
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Aznar, Lendoiro y Fraga |
LENDOIRO Y SU FRUSTRADA ALCALDÍA
Lendoiro, tuvo desde joven sus inquietudes tanto de gestión deportivo como política. Presidió un equipo amateur de fútbol, participó en la fundación del
Liceo de Hockey patines, que acabaría convirtiéndose en uno de los grandes de España y a finales de los 80 comenzó a interesarse por el Deportivo de la Coruña. Por entonces, un equipo ascensor, que militaba en Segunda División, con peligro de perder la categoría y una delicada situación económica. También
había iniciado sus pinitos en política. Era concejal del Ayuntamiento de Coruña por Alianza Popular desde 1987. Justo un año antes de acceder a la Presidencia del Depor, en la que se impuso al ser el único candidato. Desde ese momento, el club inició una progresión vertiginosa. El equipo asciende en 1991, será 3ª en 1993, se le escapará la Liga de aquel fatídico penalty de Djukic en 1994... Pero el antiguo equipo ascensor, se convierte en el SuperDepor. Un equipo que planta cara a Real Madrid y Barcelona en España. Que se hace un nombre en Europa. Que consigue fichajes internacionales, y que se le reconoce su buen hacer al presidente que además obtiene la fama de ser un negociador agotador e implacable.
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Lendoiro y Francisco Vázquez |
El presidente que ya había sido senador durante apenas unos meses, comienza a ver como su figura pretende ser un buen reclamo para los coruñeses.
Se presenta como candidato al Ayuntamiento en dos ocasiones, en 1991 y en 1995, pero en ambas, el también célebre Francisco Vázquez (alcalde del PSOE desde 1983 hasta 2006, cuando fue nombrado Embajador en el Vaticano), se impone con comodidad. De hecho, en el 91,
el PSOE duplica los escaños del PP y en el 95, aunque menor,
también obtiene una dominante mayoría absoluta. Lendoiro, ocupará otros cargos públicos relevantes.
Será diputado en 1993 y el Presidente de la diputación provincial de Coruña durante una legislatura (1991-1995), pero se quedará sin el bastón de alcalde. En el fútbol, volcado plenamente, le siguieron acompañando los éxitos... hasta que se acabó el dinero. El Deportivo logró un brillante palmares. Sería campeón de Liga en el año 2000, ganaría dos títulos de Copa y tres Supercopas. Además de brillantes campañas europeas. Pero, el fin de Lendoiro también ha resultado doloroso. El club, llevaba muchos años arrojando dudas de su situación financiera, muy bien guardada por Lendoiro, hasta que
se vio abocado al concurso de acreedores y su "expulsión" de la presidencia en 2014. Alejado del Depor, curiosamente, Lendoiro ha continuado en el fútbol convirtiéndose en consejero del Santos Laguna de México.
HORACIO GÓMEZ, EL Nª2 PARA VIGO
Pese a que la jugada de Lendoiro no resultó satisfactoria, el PP volvió a intentar un movimiento similar en Vigo con el presidente del club de la ciudad, Horacio Gómez Araujo. Los éxitos futbolísticos no eran similares, pero sí había conseguido que el club vigués se asentase en primera e incluso disputase competiciones europeas con cierta asiduidad. Parecía un buen fichaje. Horacio Gómez, empresario conocido en la zona, se convirtió en presidente en 1995, y en los últimos años el Celta se había metido en Europa. Así que, en 1999, al parecer por insistencia de Xose Cuiña, por entonces número 2 del Partido en Galicia,
Horacio Gómez aceptaba presentarse como número 2 de la lista del PP al Ayuntamiento de Vigo. Antes había renegado que no compaginaría su puesto del fútbol con ningún cargo político. Luego, que no utilizaría al club de fútbol en la campaña, pero en un Celta-Barça la revista oficial de club amaneció con un indisimulado "Salvó al Celta. Ahora puede salvar Vigo". Sin embargo,
todos estos esfuerzos resultaron insuficientes. El Ayuntamiento recayó en el BNG tras un pacto con el PSOE, y el tener que quedarse sin bastón de mando, no sedujó a Horacio Gómez. Aguantó dos años como concejal, sin apenas participaciones en el Ayuntamiento, para acabar dimitiendo en 2001. Con el Celta, permaneció como presidente hasta 2006. Llegó incluso a saborear unos octavos de final de Champions en 2004... mismo año que el equipo perdería la categoría tras 12 años seguidos en Primera. E
n 2006, dejó la presidencia y la mayoría accional del Celta en manos de Carlos Mouriño. Pero, auditores e investigaciones posteriores reflejaron los descuadres en las cuentas, enmascaradas para evitar la disolución del club por su mala gestión. Esto, conllevo a que años después un Tribunal le condenase a la inhabilitación para administrar bienes ajenos.
CANEDA, EL CONTESTATARIO
En esos exitosos años noventa del fútbol gallego, hubo un tercer protagonista inesperado, el Compostela. El conjunto de la capital gallega, vivió sus únicos años en la máxima categoría y desplegó buenas campañas. A su frente, se encontraba José María Caneda, un presidente rudo, capaz de enfrentarse con Jesús Gil en la sede la de la LFP y de tener declaraciones altisonantes con asiduidad. Alcanzó la presidencia, primero como una especie de delegado municipal y luego consiguiendo la mayoría accionarial. Era 1996.
Pero el aire fresco duró poco. El Compostela también acabaría sucumbiendo a la mala gestión económica. Pese a ser 9ª en Segunda en 2004, fue descendido por impagos y hubo de refundarse al año siguiente. Jose María Caneda, al igual que Lendoiro y Horacio Gómez Araujo, fue militante del PP. Pero, a diferencia de ellos, no fue empleado como reclamo electoral. De hecho, en 2005, anunció que se presentaría a la alcaldía de Santiago con un partido propio, con la intención de ser la llave del gobierno y disparaba sin ambages contra el PP del que todavía era militante.
«Por desgracia soy afiliado del PP, y maldita la hora en que me afilie, porque traidores más grandes no los he conocido en mi vida, pero quiero que me echen para poder hablar claramente, quiero que me echen» La Voz de Galicia. 8 de marzo de 2005.
En poco más de un mes, veremos los resultados electorales, tanto para Nuñez Feijoo en la Xunta, como en las capitales de provincia. A ver si sigue siendo necesario la vuelta a "fichajes" de relumbrón procedentes del fútbol.