HISTORIAS DEL ESTE
Boiko Borisov, en la imagen superior y nacido hace 54 años en la por entonces localidad búlgara de Bankya (que nada tiene que ver con el banco surgido de la fusión de varias cajas de ahorro), ahora anexionada a Sofia. Fue Alcalde de la capital del país y el Primer Ministro de Bulgaría entre 2009 y hasta el pasado mes de febrero de 2013, cuando las protestas ciudadanas, a raíz del incremento de las tarifas eléctricas provocaron su dimisión y la caída de su Gobierno.
Parecía el fin de una carrera meteórica. Nacido de una familia humilde, se dedicó como agente del orden y bombero alcanzando el rango de teniente hasta la caída del bloque soviético en 1991, en ese año decidió abrirse a las nuevas posibilidades y fundó su propia empresa de seguridad privada. Sus servicios fueron contratados por varios ex presidentes del país, tanto de tendencia comunista como Todor Zhivkov, como el ex Rey Simeón II que también lograría alcanzar el rango de Primer Ministro entre 2001 y 2005. En ese 2001, Borisov se lanzaría a la arena política. Sus buenas relaciones con Simeón de Sajonia le auparon al cargo de Secretario en Jefe del Ministerio del Interior.
La prensa se percató de su carácter trabajador, cercano, voluntarioso y comenzó a moldear una figura que caló entre la gente. Tanto, que en 2005 decidió presentarse a Alcalde de Sofia, la capital del país y se impuso en los comicios. Su popularidad seguía en aumento, por lo que abandonó el partido de su mentor Simeón, y fundó su propia plataforma, GERB, siglas en búlgaro de Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria. Y en 2009 decidió presentarse a las elecciones a Primer Ministro, obteniendo el 39% de los votos y alcanzado su objetivo. Borisov era investido Primer Ministro.
En el país más pobre de la UE, su carisma triunfó. Aplicando una política austera, se ganó el apoyo de la gente. Y su dimisión en 2013, parece no haberle alejado del ciudadano y podría volver a postularse a unos nuevos comicios. El caso, es que ese mencionado cariño de la gente, acabó convirtiendo su figura en un voto protesta contra el fútbol. Cuando normalmente son los políticos los que han de padecer esas candidaturas que pretenden congregar descontento y hacer ruido, más que presentarse como una alternativa real, fue su participación con el equipo Vithosa Bistritsha, un equipo amateur búlgaro con el que juega desde hace años Borisov.
En el año 2011, en la votación organizada para elegir al mejor jugador de fútbol del país, entre más de 8000 votos, su figura quedó la primera con un destacado 44% de los votos. Casi el doble de los que obtuvo, Dimitar Berbatov, delantero del Manchester United en ese momento, que ese año ganó la Premier League, y sin duda rostro más destacado del fútbol búlgaro actual. Borisov, rápidamente se descolgó del trofeo. Entendió que era la protesta a un país, que ha perdido fuelle en el balompie los últimos años. En ese 2011 la Selección quedó última clasificada en su grupo de clasificación por detrás de Inglaterra, Montenegro, Suiza y Galés, y apenas ganó un encuentro en toda la fase. Ningún club del país alcanzó una fase destacada en competiciones europeas, y el hartazgo después de tanto batacazo propició que hubiera pocas ganas de recompensar con trofeo de mejor jugador a algún profesional. Así que, el Primer Ministro, mucho más carismático y comprometido con su equipo, acabó siendo elegido Mejor Jugador Búlgaro del año 2011.
2 comentarios:
La frase impactante del artículo es: "las protestas ciudadanas provocaron su dimisión y la caída de su Gobierno".
A mí como ejpañol eso me suena a chino.
Desde luego. Menudo tirano.
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