Tras la decisión política que ha tomado Reino Unido de abandonar la Unión Europea, muchas son las incertidumbres alrededor de cómo dicha medida va a afectar a nivel político y económico al continente y al país que lo abandona.
El fútbol británico es uno de los principales focos de preocupación, ya que es una importante fuente del sistema económico británico, ya que supone un total de 3,3 billones de libras del Producto Interior Bruto del país.
A pesar de todos los efectos negativos de dicha decisión política, tanto la Unión Europea como Reino Unido están de acuerdo en establecer unas negociaciones que tengan como objetivo principal reducir al máximo las consecuencias negativas que va a suponer la salida de Reino Unido de la UE.
La rebosante Premier League
Esta nueva temporada estrenan contratos de televisión que aumentarán las ganancias el más del 50% con respecto al curso anterior. Los nuevos contratos televisivos van a suponer alrededor de 10.000 millones de euros de ingresos durante las tres próximas temporadas. Lo que significa que los ingresos que van a recibir por equipo y por temporada pueden rondar los 167 millones de euros.
Las grandes figuras quieren acudir al fútbol inglés y este a su vez está cada vez más dispuesto a recibir a las estrellas extranjeras, incluyendo a entrenadores. Tras la llegada de Jürgen Klopp el año pasado al Liverpool, este verano José Mourinho se ha puesto al frente del Manchester United, mientras que Antonio Conte ha fichado por el Chelsea y Pep Guardiola ha llegado al Manchester City para protagonizar las mejores apuestas en la Champions League.
Devaluación de la libra
El primer efecto inmediato del Brexit ha sido la devaluación de la moneda británica. La libra esterlina caía el 23 de junio casi el 9% con respecto a la moneda europea. El efecto de devaluación de la moneda traía consigo una consecuencia inmediata para la esfera del fútbol británico, ya que los equipos ingleses se ven sometidos este mercado de fichajes estival a incrementar sus ofertas un 20% más que el verano anterior para compensar.
Claramente la devaluación de la libra en comparación con el resto de divisas que participan en el mercado de fichajes europeo ha supuesto una evidente disminución de poder y capacidad económica para el fútbol británico.
Endurecimiento de los permisos de trabajo
Quizá uno de los peores efectos del Brexit es la pérdida de los llamados futbolistas comunitarios y su libre circulación por los equipos europeos, que ahora pasarán a ocupar plaza de extranjero en los equipos, es decir todo lo que tiene que ver con la famosa ‘Sentencia Bosman’.
El hecho de que los jugadores europeos se puedan llegar a convertir en futbolistas extranjeros para los clubes de la Premier es un problema a resolver por los gestores de la liga británica. Las leyes de extranjería que otorgan el permiso de trabajo a los futbolistas serían para los futbolistas españoles, italianos y franceses mucho más rígidas que hasta ahora y tendrían que justificar que juegan regularmente con su equipo nacional o incluso demostrar objetivamente ante un tribunal su extraordinaria calidad.
Por otra parte, aparece un problema crucial para la Premier que será la imposibilidad de captar talentos jóvenes europeos e introducirlos en la Premier, ya que la ley no permitiría contratar a menores de 18 años, cuando la edad tope actual es de 16.
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