Pese al buen papel de la Selección italiana en la Eurocopa, el Calcio atraviesa una época de vacas flacas. En su día, era difícil discutir la superioridad del campeonato italiano. Sus escuadras eran las más temidas en Europa y se agolpaban gran cantidad de figuras en sus filas. Ahora, perdida una plaza Champions en beneficio de Alemania, con un Inter y Milan mucho más flojos de lo que acostumbran y con una fuga de talentos cada vez más evidente (Balotelli al City, Alexis Sánchez al Barça, Thiago Silva e Ibrahimovic al PSG...). Resisten los nacionales (Pirlo, Buffon, Cassano, Di Natale,...) aunque se añora a clásicos como Del Piero, Inzaghi o Gattuso, una multitud de porteros argentinos (Sergio Romero, Mariano Andujar, Bizarri, Carrizo), hay talento extranjero, aunque llegaron rebotados como Sneijder (Inter), Robinho (Milan) o Klose (Lazio) porque meter en esta lista a Maxi Lopez (Sampdoria), Bentdner (Juve) o Bojan (Milan) sonaría a cachondeo. Cada vez son menos las figuras indiscutibles que sonarían apetecibles en el panorama europeo. Y ahí es donde emerge el jugador uruguayo del Napoles, Edinson Cavani.
Con 6 tantos lidera ahora mismo la tabla de goleadores del calcio. Esta será su tercera campaña en el equipo napolitano, convertido en un autentico ídolo para su afición. Y eso que Cavani no tuvo unos comienzos sencillos. Su apellido, no puede ocultar su ascendencia italiana y regresó a sus raíces para desarrollar una brillante carrera. Su abuelo, tras trabajar en busca de fortuna en las fabricas de Manarello y en Sicilia decidió emigrar a Uruguay. Y ya, su hijo, Luis "El gringo" Cavani se destacó como futbolista. Pero el retoño de este, Edinson, agrandaría su carrera. Curiosamente, su hermanastro por parte de madre Walter Guglielmone, también se dedicó al fútbol. Con una carrera menos destacada, una experiencia en Europa en las filas del Ajaccio y diversos saltos entre Uruguay, México, Brasil, Paraguay o incluso la lejana Azerbayán o actualmente la liga china. Eso sí, también presencia internacional al formar parte del combinado uruguayo en la Copa América 2001.
Cavani pronto vio donde inspirarse y de donde recibir consejos. Su padre cuenta que el primer regalo que le hizo fue una pelota. Y el niño se reveló pronto como un magnifico futbolista. Destacó en las categorías inferiores de El Salto, donde su padre había jugado y ejercía de Director Deportivo para marchar pronto a Montevideo e ingresar en el Danubio. Apenas contaba 19 años cuando debutó con el primer equipo, que acabaría alzando el título uruguayo y ese verano resultaría el máximo goleador del Campeonato del Mundo sub 20. Los equipos empezaron a observar que había potencial en ciernes y el más rápido en llevarselo fue el Palermo. Cavani regresaba a la tierra donde su abuelo había intentado forjar carrera antes de emigrar a Uruguay con apenas 20 años. Esa juventud no frenó su desarrollo en un fútbol tan duro como el italiano. Fue progresando, 2 goles el primer año, 5 el segundo, 13 y 14 en sus últimas campaña en la capital siciliana. Pero en diciembre de 2009 un incidente en una carretera, en la que unos asaltantes golpearon su coche con unas cadenas hizo que Cavani decidiera poner fin a su etapa en el club. Se fue a jugar el Mundial de Sudáfrica con Uruguay. Su nombre resultaba menos conocido que el de sus compatriotas Forlán, Luis Suárez o incluso Abreu. Sus cifras de goles en el Palermo, sin ser malas no parecían enamorar. Pero su decisión estaba tomada. Quería abandonar los colores rosas.
Y su destino resultó también celeste, como el de su Selección. Napoles. Quizá no fuera otro ejemplo de seguridad en sus calles. Pero Cavani se comprometió y ahora, comenzando su tercera campaña es ya toda una referencia en una institución que no saboreaba tanta gloria desde la época en que Maradona logró llevar al club a levantar dos Scudettos. 26 tantos en su primera campaña, 23 la siguiente, en esta un comienzo fulgurante con 6 en 6 partidos. El Napoles, consiguió el año pasado levantar la Copa de Italia tras muchos años en blanco. Este año vuelve a soñar con aspiraciones en la Europa League y, de momento, es el único que mantiene el ritmo a la vigente campeona, la Juventus. Cavani se está consagrando como el mayor valor del Napoles y del calcio en general. ¿Hasta cuando? Este verano se rumoreó interés de Mourinho y del Chelsea en contratarle, aunque de momento, no se ha movido. Quizá deberían dejarle tranquilo. Su mujer en julio fue atracada y perdió un reloj de 18.000 euros, y ya vimos como respondió el atacante ante incidentes de este tipo en Palermo. No fue el único, la novia del argentino Lavezzi, compañero de equipo, la sustrajeron un rolex a punta de pistola y aseguró que de volver a ocurrir se llevaría a su pareja de allí. Hoy juega en Paris... y es que Cavani resulta una pieza demasiado apetecible para cualquier conjunto europeo.
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