lunes, 20 de mayo de 2013

Bernard Tapie

Bernard Tapie quizá debería encuadrarse en un grupo reservado a esos presidentes que traspasan todas las líneas. Un grupo reducido, en el que, los paralelismos, con sus diferencias en éxitos y miserias serían Jesús Gil en España o Silvio Berlusconi en Italia. ¿Donde encuadrarlos? Como políticos, como empresarios, como  propietarios de equipos de fútbol... Sus apariciones en prensa responden a todos esos aspectos... y al de cantantes, presentadores, personajes de la televisión... Y también habituales de los juzgados... 

Uno de sus discos.
¿Cierto aire a Raphael?
Tapie tiene todo eso. La primera vez que aparece su nombre en España es en 1979, cuando, como rico excéntrico ha decidido comprar todos los castillos y posesiones de Jean-Bédel Bokassa, el dictador de Centroafrica que se autoproclamó Emperador y gobernó entre el 66 y el 79. Aseguraba que posteriormente serían donados a Unicef. Por ese entonces, ya había entablado amistad con el hijo de Bokassa, al que quería como un hijo. Tapie, ya dirigía una empresa que creaba billetes para países africanos. En el 85, ya es un empresario de moda. Por sus vinculaciones a equipos ciclistas. Por su faceta como piloto. Por su progresión empresarial. Al más puro estilo Mario Conde. Respetado. Hasta admirado. Asegura no estar interesado en adentrarse en política, aunque su discurso le delate allá por 1986.

En ese año comienza su incursión futbolística. Se convierte en el Presidente del Olympique de Marsella. Y con él llegan los refuerzos, los fichajes, la grandeza del equipo francés. En 1991 alcanza la primera final de Champions de su historia, con nombres como los de Papin, Abedí Pele, Basile Boli... pero que fue derrotada por el Estrella Roja de Belgrado que presentó el último cuadro unido de Yugoslavia. Y en él destacaban nombres como Savicevic, Jugovic, Prosinecki, Mihajljovic, Belodici, Stosic. Dos años después, en 1993, esta vez sí. Barthez, Angloma, Deschamps, Desailly, el alemán Rudi Voller, el croata Boksic o de nuevo Boli y Abedí Pelé se imponen al Milán de Capello y cuya alineación era temible con la mítica defensa, Tassotti, Baresi, Costacurta, Maldini y con nombres como Rijkaard, Donadoni, Lentini, Albertini, Van Basten, Massaro o un ex marsellés como Papin. Es la única Copa de Europa conquistada por un equipo francés hasta el momento. En esos años, incluso llegó a convencer a Franck Beckenbauer a animarse a ocupar el banquillo marsellés. Pero su personalidad comenzaba a rebrotar. Acusar a los árbitros de venderse le conllevó un año de inhabilitación al frente del club

Antes del fútbol, Tapie ya había amasado una fortuna. Compra el 95% de la multinacional de ropa deportiva Adidas por 8000 millones de pesetas. También tiene empresas eléctricas, participaciones en el por entonces mayor banco de Europa, el Credit Lyonnais... Así que, compaginado con su propiedad en el Olympique, inicia la carrera política de la que antes renegaba. Enarbola la lucha contra Le Pen y la extrema derecha. Se presenta como candidato por una formación izquierdista a la región de Provenza-Alpes y Costa Azul, pero sin éxito. Sí que obtiene escaño de diputado, y es nombrado ministro de ciudad, en el gabinete socialista de Pierre Beregovoy. Pero las imputaciones por desfalco y fraude fiscal propician su dimisión.

Y recién ganada la Copa de Europa, también surgen las sospechas en fútbol. Un amaño en un partido contra el Valenciennes destapa el escándalo. Tapie declara estar siendo sometido a una cacería que solo persigue acabar con él. Su inmunidad parlamentaria es levantada. Se sospecha de dos jugadores del Valenciennes, el argentino Burruchaga y Christophe Robert, que han recibido dinero por no esforzarse. El Olympique disputa la final contra el Milán pocos días más tarde, y no quiere someterse a un desgaste excesivo. Tapie acaba salpicado por diversos escándalos, futbolísticos, jurídicos, económicos y empresariales. Comienzan a llegar las condenas. Al club, campeón de Europa, se le manda a segunda división y se le impide competir en la Copa de Europa, aunque no es despojado de su título continental. La plantilla es subastada... y los días exitosos del Marsella se ven frenados en seco.

Desde ese 1994 comienzan unos años negros. Prosiguen los juicios, los ingresos en prisión, las condenas, declaraciones de bancarrota, empresas que debe vender o se hunden... Sorprendentemente, con todavía su fortuna embargada, incluso las minutas que recibe como presentador o actor, regresa como responsable deportivo a un Olympique, muy tocado desde 1996. Su nombre sigue despertando pavor... Y el que está cerca se ve salpicado. La presidenta del FMI y ex ministra de Economía con Sarkozy, Christine Lagarde, está siendo investigada por presionar a árbitros y testigos en el caso Tapie. Su estrella política y empresarial quedó apagada. También la futbolistica... 

2 comentarios:

doRCCV dijo...

Es hablar algo del Marsella y venirme irremediablemente a la cabeza 2 nombres, Ravanelli (y su pelaso canoso) y Florian Maurice (que así como me ilusionó su fichaje me decepcionó a partes iguales)que nos eliminaran 'injustamente' de aquellos 1/4 de UEFA en 1999. ¡Que tiempos!

Malditos presidentes haciendo de los clubes cual adulto le regala un caramelo a un ninho ilusionado para luego arrebatárselo de la manera más crue. ¡Siempre tocando la marrana!

PD: Sugerencia o pregunta. ¿No puedes poner todos los enlaces externos para pinchar y que te abran en otra pestanha? Por no tener que darle a abrir en una pestanha distinta ya que me gusta dejarlos ahí para leerlos al final del artículo.

Gontxo dijo...

Hola doRCCV

Tienes razón, pero esto de Blogger actualizan cada 2 x 3 y me lo desconfiguran. Yo intento poner siempre eso de que aparezca en otra ventana. Es mucho más comodo. He corregido este artículo, y a ver si para los siguientes salen bien.

Gracias!