jueves, 17 de octubre de 2013

Corea del Norte, Corea del Sur y su romances y desamores futbolísticos

La situación política de la Península de Corea es ampliamente conocida. Dos naciones, que tras enfrentarse durante tres años en una Guerra, acabaron separadas, tomando como margen el Paralelo 38. Dos países que, pese al armisticio, no han alcanzado un acuerdo de paz. Y cuya tensión, conflictos, tiranteces surge cada cierto tiempo. La región del Sur, capitalista, occidental, uno de los cuatro tigres asiáticos que nos decían en Economía en la Universidad, goza de un alto nivel de vida, desarrollo y que incluso, a nivel deportivo ha organizado unos Juegos Olímpicos en 1988 y el Mundial 2002 junto a Japón, donde llegó a plantarse en semifinales. Por contra, Corea del Norte es una de las últimas dictaduras comunistas del mundo. Con un culto al líder desmesurado, el país con mayor nivel población militarizada del mundo, pero enfrentado a un amplio bloquea global que la ha conducido a la subsistencia y a dar la espalda a cualquier relación con cualquier otro estado, con, prácticamente la única excepción de China.

Más de 60 años son demasiado tiempo separados. En un estado de guerra no declarada, pero en tensión permanente. Esto ha provocado diversas etapas. Desde tímidos pero esperanzadores acercamientos, a momentos de tensión, despliegue de tropas e incluso especular con el inicio de un nuevo conflicto armado. El deporte, ni el fútbol han podido escapar a estos momentos.

SELECCIÓN JUVENIL UNIFICADA 1991
El deporte ha sido una herramienta para tender puentes magnifica.  Ya en 1986, con los Juegos Olímpicos de fondo, Kim Jung-Ham, seleccionador de Corea del Sur, decía que su sueño era dirigir una Selección unificada, aunque lo consideraba un sueño imposible. Se empezó poco a poco. Con la Selección Juvenil que participó en el campeonato de 1991, celebrado en Portugal. Fue la primera y única experiencia de un equipo conjunto. Y los muchachos rindieron. 

Corea, está vez unida, derrotó 1-0 a Argentina, en la que militaban Pochettino, Pellegrino o Esnaider por ejemplo, empató con Irlanda a un tanto, y perdió con la anfitriona y prometedora Portugal de Joao Pinto, Rui Costa o Figo por 1-0. Aún así avanzó ronda junto a los lusos, y allí fue frenada por un Brasil en el que ya se mostraban nombres como Roberto Carlos o Elber. Hasta el momento ha sido la única iniciativa de competición conjunta en materia futbolística de ambos países. En un Mundial Sub-20. Llegarían otros gestos, como la competición unidos en el Mundial de Tenis de Mesa de ese mismo año, hasta el desfile juntos en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y Atenas 2004, pese a que sí competirían de manera separada. Como símbolo se tomó una bandera blanca, con la Península de Corea unificada en color azul.

Entre medias, de nuevo el fútbol. En 2002, los dos países acordaron disputar un partido amistoso en Seúl. Un partido de hermanamiento. De cordialidad. De mantener esa línea de acercamiento, iniciada por el deporte. El resultado, 0-0, incluso parecía una buena manera de mantener esa situación.

Pero, las cosas, por el camino se torcieron. Las negociaciones que parecían avanzar para que las dos Coreas, no solo desfilasen sino que incluso compitiesen como un único equipo en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, saltaron por los aires. Para colmo, la fase de clasificación para el Mundial de Sudáfrica deparó sendos enfrentamientos entre los dos países. Lejos de reanudarse la cordialidad, Corea del Norte tuvo que tomar una decisión importante...

ENFRENTAMIENTO CAMINO DE SUDÁFRICA 2010
Una de las normas del país prohíbe tajantemente la muestra de la bandera y la representación del himno de vecino del Sur, de la Corea ilegitima. Pero, como en cualquier partido internacional, es obligatorio su representación. ¿Que hacer? ¿Renunciar a presentarse como sucedió en España por decisión de Franco contra la URSS en la Eurocopa de 1960, aunque eso suponga la perdida del encuentro, y seguramente la posterior sanción de la FIFA que dejaría sin opciones de acudir al Mundial? ¿Saltarse una de las normas de la rígida República Democrática Popular de Corea? 

Finalmente, Corea del Norte decidió renunciar a jugar en casa. Le explicó a la FIFA que el himno surcoreano no se entonaba y decidió disputar sus partidos en Shangai. Del estadio Kim Il Sung, en Pyonyang, habitual escenario donde las cifras hablaban de unos 30000 aficionados como local, trasladó los encuentros a China, donde apenas acudieron a verlos 3000 espectadores. Para más inri, tras superar ronda, debieron volver a verse las caras. Y Corea del Norte obró igual. Los dos encuentros como local ante Corea del Sur, se disputaron en China. Todo por la obligatoriedad de la FIFA de hacer sonar los himnos de los dos países, y Corea del Norte tener prohibido taxativamente ese sonido.

En 2008, Pyonyang decidió renunciar al campeonato de Asia de Halterofilia por estos mismos motivos. Esta vez en 2013, parece que las conversaciones vuelven a avanzar. Corea del Norte sí aceptó organizar dicho campeonato en categoría júnior, izó la bandera surcoreana, que incluso apareció en televisión. Y por vez primera en la historia, al haber campeones de la vecina del Sur, permitió sonar el himno. Eso sí... no hay imágenes del histórico momento. De nuevo tocará esperar como evoluciona la relación entre los dos Estados, y si dentro de poco, vemos como en 1991, una Selección de fútbol conjunta.

1 comentario:

Álvaro Lamela dijo...

No me acordaba de esto. Gracias por contar esta historia.