El Luzenac, expulsado del fútbol francés

Luzenac es un pequeño enclave pirenaico de apenas 551 habitantes según el censo de 2011. Una comuna pequeña del departamento de Ariege, de la región de Mediodía-Pirineos. Una comuna tan pequeña que basa su actividad en las abundantes minas de talco de la zona. Pero ese trabajo y esfuerzo, también tiene un pequeño motivo de orgullo para la comuna pirenaica. Su equipo de fútbol, el US Luzenac.

Fundado en 1936, bajo el nombre Unión Deportiva de Luzenac Talco, haciendo referencia a la principal compañía de la ciudad, se movió por los escalafones inferiores del fútbol francés. Tímidas apariciones por la cuarta categoría en la década de los ochenta son sus mayores hitos. Algo normal y previsible en una localidad de esa envergadura.

Pero el Luzenac cambió su destino en el siglo XXI. Consigue el ascenso a la cuarta categoría francesa en la 2002-03, que concluye con un descenso consecutivo, pero luego retorna entre 2005 y 2009. Sorprendentemente ese año acabaría ascendiendo a categoría nacional, tercer escalón del fútbol francés. Conseguirá la permanencia las dos primeras campañas en la nueva categoría, pero ahí comienzan las dudas. El US Luzenac está a punto de echar el cierre por problemas económicos y el elevado gasto en 2011. 

Pero milagrosamente irrumpe entusiasmado Jerome Ducros, empresario inmobiliario de la región que decide invertir en el pequeño equipo de los Pirineos, que se convierte además en la población más pequeña en alcanzar categoría nacional con una localidad que apenas alcanza el medio millar de habitantes. El pequeño estadio Paul Fedou para 400 personas es insuficiente y debe disputar sus encuentros en Foix, la capital de Ariege que cuenta con una instalación más apropiada. Ducros manifiesta que su intención es la de "hacer algo grande con el equipo". Y vaya, sí lo hizo. Aunque ahora la Federación Francesa surgió para impedírselo.

Tras duros años sufriendo por mantener la categoría, Ducros comenzó a apuntarlar su proyecto. Fabien Barthez, ex guardameta titular de la Selección francesa campeona del Mundo en 1998 y nacido en Lavelanet, otra localidad pirenaica de la región, decidió formar parte de la aventura y se convirtió en manager del club. Con él, consiguió atraer a jugadores destacados para el equivalente a la Segunda B española. Desde internacionales africanos como el camerunés Dona Ndoh o el togolés Mango, así como algunos veteranos franceses exprimeras. El Luzenac sorprendió a todos, y en la 2013-14 lejos de pelear por mantenerse se mantuvo en las posiciones nobles. Y en abril, tras vencer por 1-0 al Boulogne se garantizó matematicamente el ascenso. ¡La pequeña localidad de Luzenac celebraba el ascenso del club a Ligue 2!

Sin embargo... el verano echaría el freno a esa aspiración. La Federación de Fútbol negó ese triunfo y no ha permitido participar al equipo pirenaico. Pese a contar con un presupuesto en positivo, al corriente de todas sus obligaciones, y haber anunciado su traslado al estadio Ernest Wallon, en Toulousse, la Federación considera que el equipo no podía garantizar las exigencias de seguridad y control que se piden para tomar parte en las categorías profesionales del fútbol en Francia. Sobretodo en materia de videovigilancia. El estadio, es el que emplea el club el club de Rugby Stade Toulousian, el más laureado de Europa y tiene capacidad para 19500 personas, ya que el pequeño campo de Foix, era insuficiente.

Pese a todos los recursos y protestas, y el indudable mérito del ascenso, el Luzenac fue rechazado por el organismo de la Liga y no le dejaron tomar parte en la segunda categoría, lo que le ha servido al Chauteroux, descendido, a ser repescado. El Luzenac, que se veía obligado a retornar a National, ha decidido recurrir a todas las instancias judiciales francesas para conseguir su reingreso. Pero el campeonato, no espera y ya lleva dos jornadas sin el equipo. Y con ello, ve dilapidados sus sueños y esfuerzos.