Hasta hace no mucho Grecia no podía presumir de un brillante palmares futbolístico. A nivel de clubes, los grandes dominadores del campeonato domestico no tienen ningún título continental en sus vitrinas. El Panathinaikos llegó a la final de la Copa de Europa en 1971 perdiendo ante el Ajax que lideraba un tal Johan Cruyff. El Olympiakos ha tenido su techo en los cuartos de final. En la UEFA, segundo torneo continental... tampoco Grecia tiene ganadores, ni tan siquiera ha colado a sus clubes en finales. Y con la Selección, tampoco había páginas destacadas. En el siglo XX apenas una participación en un Mundial (EEUU 94) y en la Eurocopa (Italia 1980), y ambas terminadas en la primera fase. Hasta que Grecia en 2004, en su segunda participación en una Eurocopa, cambió el signo de la historia. Contra todo pronostico, dirigidas por el alemán Otto Rehhagel, Grecia levantó el título sobre el suelo de Lisboa.
ZAGORAKIS, TRAYECTORIA Y LA EURO 2004
Considerado un triunfo de poco prestigio, prácticamente ninguno de los integrantes de ese conjunto griego dio el salto a equipos de mayor enjundia. Quizá Seitaridis, aunque decepcionó en Rusia, Portugal y en el Atlético de Madrid sea la única excepción. El resto o permanecieron en sus clubes, o sus fichajes no parecían un tremendo salto de calidad. Ni siquiera, el mejor jugador del torneo, Theodoros Zagorakis encontró destino más allá de un Bolonia que además perdería la categoría al año siguiente. Fuerte contraste con por ejemplo, la revelación Republica Checa en 1996 donde jugadores como Poborski, Nedvel, Bejbl o Kouba fueron firmados por conjuntos de más renombre.
Pero de esos caminos griegos esconden más historias... Zagorakis llegó a ser el mejor futbolista del torneo. El centrocampista, capitán del equipo quedo convertido en héroe nacional, es el jugador con más partidos absoluto de la Selección con más de 120 internacionalidades desde que debutase en 1994. A priori, su carrera a nivel de clubes apenas cuenta con historias destacadas. Empezó en el Kavala, dio el salto al PAOK de Salonica, probó suerte en la Premier con el Leicester sin destacar, regresó a su país con el AEK en 2002 con el que ganó la Copa de Grecia. Tras el triunfo en la Eurocopa firmó por el Bolonia de la liga italiana, pero el equipo descendió y decidió retornar al PAOK hasta su retirada en 2007. Pese a que parezca un curriculum deportivo del montón. Zagorakis y esa Selección de Grecia son el ejemplo que sin nombres destacados, sin fueras de series o cracks, el esfuerzo, el trabajo o la organización pueden suplirlo y conquistar la cima incluso en el fútbol tan profesionalizado.
CHOUTOS, LA PROMESA QUE SE PERDIÓ
Si de esa Selección, pocos nombres habían pasado por grandes clubes (Karagounis estuvo en el Inter un par de campañas, Seitaridis defraudó en Oporto y Atlético, Dellas en la Roma, o el delantero Charisteas con el Ajax y con el pocas veces recordado Werder Bremen que hizo doblete en 2004), había un chico que apuntaba a ser la sensación y líder de la Selección Griega con apenas 16 años. Que coincidió con Zagorakis en la Selección entre los años 2000 y 2003, cuando el equipo iba formándose de cara al 2004 (con victoria en la Romareda incluida en la fase de clasificación). Lampros Choutos parecía ser el futuro. Formado en el Panathinaikos comienzan a destacar sus cifras goleadoras tanto que la Roma con apenas 15 años decide incorporarlo para sus categorías inferiores.
Con 16 años hace un precoz debut en el calcio sustituyendo a Totti en un duelo contra el Napoles en 1996, aunque será una aparición fugaz ya que apenas tendrá participación en los años siguientes. Aún así, el Olympiakos se lanza a recuperar a ese perla griega exiliada en el calcio y cuaja buenos años en el equipo de la capital que conquistará cuatro ligas de forma consecutiva y Choutos juega y anota goles tanto en Liga como en Champions. Eso hace también que con apenas 20 años debute con la Selección absoluta griega. Es el año 2000 y aunque comienzan a golpearle algunas lesiones, Choutos apunta a buen delantero.
Tanto, que el calcio vuelve a confiar en él y es el Inter que entrena Roberto Mancini el que decide reclutarlo. Aún así, la competencia en la delantera es abrumadora. Vieri, Recoba, Adriano, Martins... Choutos no encuentra hueco. También su rodilla sigue fallando y esas inoportunas lesiones frenan su progresión. Con 10 apariciones y 3 goles desaparece de las convocatorias de Otto Rehhagel en agosto de 2003 y ya no estará entre los convocados a la triunfante Eurocopa de 2004... ni tampoco retornará nunca más a la Selección. Del Inter, sale y prueba fortuna con variadas cesiones en Atalanta y Reggina o en el Mallorca pero con escasas participaciones. Y la estrella de Choutos se fue apagando. Pese a regresar a Grecia, con el Panionios o el PAOK... finalmente colgó las botas en 2010 en un equipo menor de Italia.
EL SALTO A LA POLÍTICA
Curiosamente Zagorakis y Choutos coincidieron en su destino posterior. Aunque de nuevo, como pasó en la senda futbolística con suerte dispar y mucho más exitosa para el centrocampista del PAOK.
Zagorakis disfrutó de un partido de homenaje de la Selección en el estadio del PAOK en 2007 contra España. Con la aclamación y el aplauso de su afición. Además, accedería a la presidencia del club de Salonica cuando el equipo atravesaba un pésimo momento financiero. Cerrada esa etapa, con un subcampeonato liguero dejó el cargo en 2010. Y, desde 2014, se presentó a las Elecciones Europeas como miembro de Nueva Democracia, obteniendo acta de Eurodiputado, circunstancia que repetiría en este 2020.
Choutos también dio el salto a la arena política y también presentó candidatura en las elecciones europeas de 2020 pero la formación con la que concurría, la "Lista Cívica" que lidera Ilias Psinakis no alcanzó el 1% votos y no obtuvo representación, dejando al ex delanteros sin silla en Estrasburgo. Al menos logró el apoyo de su ex entrenador en el Inter y actual Seleccionador Italiano, Roberto Mancini que a través de redes sociales le mandó un mensaje de apoyo.
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