miércoles, 5 de enero de 2011

El Vaticano y sus pasiones futbolísticas

Hace unas semana, con motivo de la congregación del Foro de la Familia en Madrid, el diario EL PAIS dedicaba gran parte de su suplemento Domingo a narrar las reclamaciones que demandaba la Iglesia Católica al Gobierno español, se cuestionaba sobre quienes integraban la protesta e incluso se evaluaba la conveniencia que tendría fundar un partido político de tendencia católica en nuestro país. Las reivindicaciones católicas habitualmente acuden orientadas a denunciar "el laicismo imperante en España", la perdida de la influencia en la enseñanza así como condenar el matrimonio homosexual o el aborto, que pone en peligro la familia tradicional. Pero, donde Rouco y los suyos, no han querido mojarse, al menos de momento, ha sido en el fútbol. Algo que sí ha sucedido en Italia (para no alejarnos del libro recomendado en la Biblioteca este mes).

Y es que son ya varios los episodios de la influencia de la Iglesia en el Calcio, desde hace varios años, ya sea en materia de horarios como en el propio reglamento de los encuentros. Y es que en el Vaticano, el fútbol gusta. Ya narramos aquí, el penalty de Iuliano sobre Ronaldo que provocó peleas en el Parlamento y que el cardenal Angelini dijo en Radio Vaticano que “lo hubiera visto hasta un ciego”. Ese cardenal, también era comentarista futbolístico para la RAI. En España, la presencia de curas relacionados con el fútbol no pasaba más que las entrevistas que hacia De la Morena en El Larguero a varios curas que seguían a su equipo, así como algunas ofrendas de equipos a los respectivos patrones de su ciudad cuando lograban algún éxito. Pero en el Calcio no. Por si esto fuera poco, hace ya algunos años que se especula con una mayor inmersión futbolística por parte de los regidores de la Iglesia Católica. En 2006 ya se especuló con la creación de su propio club profesional para competir en la Liga italiana. Hace menos tiempo, en octubre, debutó su Selección, aunque de carácter aficionado que se enfrentó a un combinado de miembros de la Guardia de Finanza. En el banquillo, se sentó Giovanni Trapattoni, católico practicante, actual seleccionador de Irlanda y que ya había mostrado sus convicciones religiosas cuando siendo seleccionador de Italia vertía agua bendita en el banquillo durante el mundial del 2002.
Trapattoni, recibido por el Papa en su época
 de Seleccionador italiano
Pero es que la influencia de la Santa Sede en materia futbolística es mucho más amplia. De momento, se ha conseguido que los jugadores que blasfemen en contra de Dios, la Virgen o Jesús sean expulsados. Una medida, que ya dio que hablar en 1975. En un enfrentamiento entre el Como y la Juventus, que vencían por 2-1 los primeros y estaba a punto de terminarse, el capitán del Como, Claudio Correnti, profirió en alto una blasfemia. El árbitro, Menegali, no lo dudó y señaló infracción al borde del área. La Juventus ejecutó la falta y logró el empate. Castigo divino dijeron algunos.

Aunque no estaba legislado (Menegali actuó por decisión propia), la norma pasó a ser escrita en 2001. Y el primero en padecerla fue Silvio Baldini que entrenaba al Empoli y que el cuarto arbitro llegó a contarle hasta 67 blasfemias. Y así fueron llegando otros…en 2010, fue Buffon, capitán de la Juventus y de la Selección Italiana, el que, tras un fallo que acabó en gol, se vio como se quejaba amargamente y parecía proferir algo contra el santísimo. Los vídeos, interpretaciones y la polémica se adueñó de Italia por unos días sobre sí el capitán azzurro había mencionado a Dios de manera despectiva. Y es que desde 2010, la norma no solo tenía validez si era el árbitro el que se daba cuenta, también podría sancionarse a posteriori si se aportaba alguna prueba audiovisual.
Buffon, portero de la Juventus y de la Selección italiana
Otro aspecto que ha provocado la intromisión de la Iglesia en el Calcio, aunque sin éxito esta vez, ha sido el tema de los horarios. Este año, la Liga Italiana decidió poner uno de los partidos el domingo a las 12 y media de la mañana por conveniencia televisiva y expandirse al mercado asiático. Esta vez fue el Obispo de Fidenza, Carlo Mazza el que veía una invasión en su espacio. Jugar a las 12:30 chocaba con el horario reservado a la Misa y al almuerzo familiar. Eso sí, la Serie A esta vez no se plegó y mantiene ese partido matutino. En España, algunos equipos se han mostrado favorables a adaptarse a ese horario, así como la mayor parte de fútbol semi-profesional o el baloncesto que desde hace años juegan el domingo por la mañana. ¿Veremos manifestaciones semejantes? No es la primera vez que un horario provoca quejas en el Vaticano. El propio Juan Pablo II criticó la disputa de un Atalanta-Udinese de serie B que se disputaría el viernes de via crucis coincidiendo con la misa vaticana. El encuentro, previsto a las 20:30 fue adelantado a las 18 para evitar la coincidencia de actos.

3 comentarios:

Miki dijo...

Al jefe de la iglesia española le entrevistaron hace poco en el partido de las 12. Cuental alguna batallita en: http://www.ivoox.com/partido-12-segunda-parte-24-11-10-audios-mp3_rf_437701_1.html.

Gontxo dijo...

Me lo acabo de escuchar. Hasta parece majete Rouco y esquiva todos los charcos. Gracias Miki,

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho el artículo!!
¿mediapuntas?