Esta semana se resolverá el futuro de Laurent Blanc tras darse a conocer sus palabras y recomendaciones en las que pedía "menos negros" en las escuelas de formación francesa y se primasen otras características. Ya hablamos tiempo atrás aquí también sobre las nacionalizaciones en el fútbol. Hoy ante la avalancha de noticias y contrataciones con el Real Madrid de protagonista, toca prestar un ojo hacia Alemania y sus conexiones turcas. La Selección germana, campeona del Mundo en tres ocasiones, otras tantas subcampeona y también dominadora del fútbol continental europeo con nombres tan arios como los de Mathaus, Berti Vogts, Gerd Muller, Beckenbauer, Breitner, Schuster, Kahn, Klinsmann o Rudi Voller, no puede quedar separada de la metamorfosis que vive el país. La Comunidad turca representa ya el 4% de la población. El grupo extranjero con mayor presencia, el idioma después del alemán más utilizado y con una presencia e influencia cada vez más notable.
Como en épocas pasadas, donde el Sacro Imperio Germánico y el Imperio Otomano se aliaban o combatían según los intereses, la historia se mantiene pareja. Cada vez es más presente actividades dirigidas a ambas comunidades. Pero también provoca nuevos focos de tensión cuando jóvenes muchachos nacidos en Alemania pero de padres turcos, destacan en el mundo del fútbol.
Ozil y Tasci, en una convocatoria de la Selección Alemana |
Y es que a unos jóvenes imberbes les va tocando antes decantarse por una camiseta. La de sus orígenes familiares o la de su nueva patria donde nacieron. El actual madridista Mesut Ozil se inclinó por Alemania y surgieron duras acusaciones de haber falsificado el pasaporte por parte del propio Guus Hiddink, actual seleccionador de Turquía. Hamit Altintop, turco también nacido en Alemania y posible futuro compañero en el Real Madrid a partir de la próxima campaña también se sumó al debate y criticó la decisión de Ozil de haberse inclinado por jugar con los teutones, con mayor tirón comercial, que por Turquía, la tierra de sus orígenes y más para alguien con creencias musulmanas. Ozil salió a defender su convencimiento, su sentimiento alemán y su carné de identidad y el de su familia.
Sahin y Altintop celebran un triunfo con Turquia |
Las teorías de Altintop se podrían extender hacia otros jugadores y se felicitaría al ver como otros sí pensaron como él e iniciar el fenómeno de los "retornados". El más destacado, otro que vestirá de blanco en el Santiago Bernabeú, Nuri Sahin, una de las mayores promesas del fútbol europeo, nacido en Gelserkichen pero que se comprometió desde pequeño con defender los colores otomanos. Como Altintop, también lo hizo su hermano, que milita en el Eintrach de Frankfurt, el defensa del Bayern Munich, Ekici o Hakan Balta, que no solo optó por jugar con los turcos, sino que su carrera futbolística también le llevó al país euroasiatico. El que sentó las bases fue Bassturk nacido en Alemania y curtido en el fútbol germano pero que se comprometió con el país de sus padres y con el que sería tercero en el Mundial de Corea y Japón.
Por contra, y tal y como optó Ozil, también hay otros que besaron el uniforme alemán. Pioneros fueron los ya retirados Mustafa Dogan, nacido en Turquía pero que emigró de joven a Alemania y que apenas lució la camiseta Die Mansschaft en un par de oportunidad pero estuvo citado para la Copa Confederaciones de 1999 y Mehmet Scholl, de padre turco y madre alemana y cuyo verdadero apellido era Yuksel. Scholl, brilló en una carrera con un amplio palmares tras muchos años de buen juego con el Bayern Munich. El muro que derribó su ingreso en la Selección Alemana también se vio relanzado al conquista la Eurocopa de 1996. En la actualidad son otros nombres los que suenan con mucha más fuerza como el defensa del Stuttgart Serdar Tasçi, que ya estuvo presente en el Mundial de Sudáfrica. Y con atención viene sonando Ilkay Sundogan, centrocampista de 18 años que ocupará el puesto de Sahin en Dortmund a partir de la próxima campaña y que, de momento, en categorías inferiores también ha optado por el blanco germano.
Sin lugar a dudas, el culmen se produjo en la Eurocopa de 2008. Turquía y Alemania se enfrentaban por acceder a la final contra España. Finalmente fue el país centro europeo el que derrotó a Turquía, que contaba con los "alemanes" Altintop o Balta en sus filas. La derrota frente a España provocó la caída de un núcleo de veteranos (Lehman, Ballack...) y el emergimiento de una nueva hornada. Un cambio cultural en una Selección con bastantes toques mixtos, con jugadores con orígenes variados entre los polacos Klose y Podolski, el ghanés Boateng, el tunecino Khedira o el español Mario Gomez. ¿Que pensarían aquellos teóricos de la raza aria y del superhombre al asistir a la cada vez más escasa presencia de Schwenstaigers en la Selección alemana?
4 comentarios:
y el brasileño Cacau
Cómo me gustaría ver a esta Alemania multicultural levantando la Copa del Mundo 2014, poniéndole fin de una vez por todas al mito de la "superioridad" aria. Vamos, como Francia en 1998.
Y se cumplió este comentario ;)
Y se cumplio xD
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