El 8 de junio de 1969 el gobierno de Franco decidió echar el cierre a la Verja que unía Gibraltar con España y decretar el corte de cualquier tipo de comunicación, comercio e intercambio con el territorio bajo dominio británico desde 1713. Se clausuraba de la manera más dura un largo periodo de negociaciones, que se iniciaron tras la II Guerra Mundial, en que las Naciones Unidas decretaron el territorio como pendiente de descolonización, el ministro de Asuntos Exteriores español, Fernando María Castiella realizó la única petición de devolución formal hasta ahora y los gibraltareños expresaron en referendum con una insultante mayoría del 99% su rechazo a integrarse en España y continuar bajo soberanía inglesa en 1967... Franco, ante el estancamiento, tomó una solución arriesgada y con un alto coste para la comarca. Decretó el cierre de la Verja que ejercía de aduana. Se estima que unos 5000 españoles que trabajaban en suelo gibraltareño perdieron sus empleos, muchas familias quedaron separadas, y ambas zonas padecieron una profunda crisis económica.
Como compensación e intento de no dejar de espaldas a la región gaditana, se impulsaron una serie instalaciones, entre ellas, la construcción de un moderno campo de fútbol, con pista de atletismo, capaz de albergar grandes encuentros internacionales, pese a que el equipo local, la Balompedica Linense, jamas ha superado la Segunda B desde su inauguración. Se levantó en tiempo record, tanto que en octubre sería se partido inaugural.
Para conferir de mayor hito patriótico en plena afrenta por el conflicto gibraltareño, sería la Selección Española la que hiciese los honores, en un partido oficial, de calificación al Mundial de México 1970 frente a Finlandia. Pese a que el partido carecía de interés deportivo, ya que ninguno de los dos combinados tenía ya aspiraciones de clasificarse. Es por ello, que el partido hubo de revestirse de otros tintes. Y no bastaba que fuera la despedida internacional de Gento o el debut de Ladizslao Kubala como Seleccionador español.
En junio, una derrota en Helsinki supuso un mazazo inesperado que dejó a la Selección Española sin posibilidad de clasificarse para México (nación que tampoco mantenía relaciones con la España franquista, por cierto), así que, el objetivo propagandistico de la cita se destinó al reciente conflicto diplomatico con Reino Unido y la reivindicación de soberanía sobre el Peñón. Pancartas alusivas, un lleno absoluto, miles de banderas españolas, y un palco, en el que pese a no estar presente el Generalisimo, si que acudieron dos ministros como representación gubernamental, junto a otros jerifaltes deportivos y locales.
Sobre el campo no hubo color, y España aplastó por 6-0 a Finlandia. Y el ABC, en la crónica del celebre Gilera, que apenas cinco años antes, narraba la victoria de España sobre el comunismo de la URSS en la Eurocopa de 1964, esta vez se destinaba a alabar el esfuerzo del equipo español, que cuando atacó con el Peñón a la vista, cuajó su mejor juego, "parecía que el objetivo fuera Gibraltar y no la meta finlandesa" también reparaba en la presencia de trabajadores "que mostraban su identificación con la política del gobierno y su gratitud por el esfuerzo en el campo de Gibraltar", así como detenerse en quién estaba presente en el palco, o en la exaltación que supuso cuando sonó el himno español ante 22.000 gargantas entregadas...
3 comentarios:
Enhorabuena. No dejan de sorprenderme tus entradas.
Gran artículo, en las crónicas se "huele" la manipulación informativa de lso medios en aquella época... pero lo que me ha dejado frio es que hubiera un video en el youtube de ese partido!!
Yo tengo el cartel hecho de tela de ese partido.
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