jueves, 29 de noviembre de 2012

¿Un Dynamo campeón en Estados Unidos?

Una de las entradas más visitadas del blog, trataba sobre los orígenes del fútbol soviético. El intento de adscribir los equipos a una simbología política. A un sector, a alguna etiqueta, a un organismo del Estado o a algún un personaje histórico que casase con la ideología socialista. Había que despojarlos de referencias nacionales y contribuir a la Revolución a través del deporte. Es por ello, que estos ejemplos no se limitaban tan solo a la URSS. En el resto de Estados satélites, se calcaba la organización de diversos equipos. Encontrábamos equipos que hacían referencia al ferrocarril, al metal, se repetían los CSKA, los Spartak... y los Dinamo. Una palabra griega que viene a significar energía, fuerza...  y que en la mayoría de los casos, estuvieron controlados por los servicios secretos y la policía política. 

Dinamos hubo en practicamente todas las capitales socialistas. En Moscú, en Berlin, en Kiev, en Tblisi, en Zagreb, en Bucarest, en Tirana, en Minsk, en Praga, en Dresde... Y así podrían seguir apareciendo casos. Algunos fueron habituales campeones en sus países y en el panorama europeo, o lo siguen siendo. Otros, padecen un triste panorama desde la caída del Muro. El de Zagreb trató de borrar su pasado socialista bajo bandera yugoslava y llegó a variar su nombre por Croacia Zagreb durante un tiempo. Los Dinamos eran fácilmente indetificables como un complemento más del deporte en los Estados socialistas.


Pero, mañana 1 de diciembre, en el estadio The Home Depot, situado en Scarson (California) un Dynamo, de Houston, se jugará la final de la MSL, el campeonato de fútbol de Estados Unidos. Quizá alguna vez, la flecha de la historia y los dirigentes soviéticos especularon con ver esa imagen. Un sistema capitalista derrotado, la otra superpotencia claudicada y a equipos que simbolizaban el superior ideal soviético triunfando en Washington, Los Angeles, Nueva York... Pero nada más lejos de la realidad.

El equipo de Houston nada tiene que ver con los Dynamos soviéticos. Es de Texas, uno de los Estados más conservadores de todo Estados Unidos. Al principio, iba a ser bautizado por el nombre de Houston 1836, año de fundación de la ciudad, pero también de la independencia del Estado Texano de México, lo que provocó bastantes quejas de ciudadanos hispanos, comunidad bastante presente y que concentra grandes aficionados al fútbol. Entonces se optó por el nombre de Dynamo. Nada tenía que ver con los soviéticos. En principio, se tomó por el significado de la palabra, energía, constancia, sin querer reparar en esos otros Dinamos futbolísticos que copan la Europa del Este. Para hacer más sangre a algún responsable deportivo de la URSS, su estadio lo patrocina BBVA. Un banco, para terminar de finiquitar cualquier posible simpatía comunista.

La de hoy no es la primera vez que el Dynamo américano puede levantar el título. Ya lo hizo en dos ediciones consecutivas en 2006 y 2007, y el encuentro de hoy, repite finalistas y escenario de la pasada campaña. En esa ocasión, Los Angeles Galaxy, donde milita David Beckham (y que ya ha anunciado que será su último partido), Landon Donovan o Robbie Keane se impuso a los texanos.

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