El Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es una organización política, y en sus inicios también militar que surgió en la región de Chiapas (México) en los 90. Defendía un nuevo modelo de sociedad en el que cupiera el desarrollo sostenible, la naturaleza, un verdadero respeto a los Derechos humanos, una democracia participativa... La Lucha, venía propiciada por la mala situación de la población, en su mayoría indígena que habitaba la zona. Y su irrupción, supuso también un brote esperanzador a una izquierda mundial, posguerra fría, que había visto perecer el comunismo pocos años antes, y que la socialdemocracia europea no conseguía ni afianzar ni satisfacer. El EZLN traspasó rápidamente las fronteras mexicanas. Su portavoz, ideólogo y rostro más reconocible, el Subcomandante Marcos adquirió un nuevo estatus de figura. La imagen de unos guerrilleros encapuchados, a caballo y con una visión más romántica de la vida, resultaba atrayente y el pasa montañas se convirtió en un símbolo sumamente fuerte. Durante un tiempo, camisetas zapatistas se vendían junto a las de ese otro gran icono global de la izquierda que es el Ché Guevara. Los textos, ensayos, la facilidad de palabra del SubComandante Marcos generaron atención y despertó curiosidad en muchos intelectuales progresistas europeos, sobretodo Manuel Vázquez Montabán en España.
La organización supo ir avanzando en sus negociaciones con el Gobierno. Realizó diversas acciones reivindicativas de hondo calado y abandonando su pose militar para dar cabida a las demandas políticas. Por supuesto el fútbol no está a la altura en importancia de alimentación, sanidad, educación o transporte... pero el deporte puede resultar un instrumento importante para acercar estos objetivos y ganar representatividad. Y de ahí se recabaron importantes apoyos.
Javier Aguirre, ex jugador internacional y que como entrenador dirigió en España a Osasuna, Atlético de Madrid o a la propia Selección de México, mostró sus simpatía por la lucha de estos insurrectos. En 1999, se organizó un partido en entre varios combatientes y un combinado de ex futbolistas mexicanos en el que se alineó el propio Aguirre. El deporte rey era de gran afición entre los zapatistas, y las imágenes de los jugadores disputando partidos con los pasamontañas resultó espectacular. En 2004, también fue muy divulgado el apoyo que brindó el Inter de Milán a los insurgentes. El equipo italiano, y su presidente Moratti, ya tenían fama de apoyar otras causas progresistas y solidarias a lo largo del mundo, y ese año, envió el dinero recaudado por las multas a sus futbolistas como donación al EZLN, además de diverso material deportivo.
Por si esto fuera poco, el SubComandante Marcos en sus escritos confesó que era aficionado al fútbol y sus simpatías por Peñarol. Os dejo aquí una carta que reprodujeron en "Los Ideales del Gol" además de aportar varías fotografías más sobre el fenómeno EZLN y su atracción futbolera.
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