miércoles, 22 de junio de 2011

Naranjito y su competencia (II)

Noticia del ABC en la que llamaba la atención sobre la duplicidad de máscotas
No tuvo nada fácil Naranjito crecer. Tras un parto realmente difícil en el que no recibió ninguna palabra de cariño ni en los medios ni en los aficionados, pronto hizo frente a una dura competencia que le dificultaba consolidarse en su afán por convertirse en la mascota e icono del Mundial de España.

Primero tuvo que imponerse a sus rivales en la elección... Toribalón, un balón gigante con cabeza y extremidades del animal por excelencia de España fue el tercero y un niño torero que recibía el nombre de Brindis, y hacía ese gesto vestido con el uniforme de la Selección española y le acompañaba una pelota fue  la segunda elección. El jurado designado para elegirlo, acabó inclinándose por Naranjito por resultar una apuesta original, en una España escasa de símbolos nacionales que no causen agrios conflictos y que se alejase un poco de los Toros y de Don Quijote...


Pero lo cierto es que desde que se hizo pública la decisión, Naranjito recibió una crítica despiadada. Y encima, a la semana de ver la luz, la FIFA explicó que Naranjito debería compartir protagonismo co-oficial con el niño Billy, su mascota propia. De hecho, nuestra naranja era simplemente la mascota del comité organizador, mientras que el niño Billy es la de todos los torneos organizados por la FIFA, evidentemente, incluyendo la Copa del Mundo.

Esto dio lugar a una dificultosa explicación de las condiciones en la prensa, sobre derechos de marketing, publicidad, importancia... en la que se iniciaba una difícil coexistencia. Incluso se hizo público, que la FIFA podía haber vetado a "Brindis" por haber sido un niño y guardar excesiva semejanza con la suya.

Por si fuera poco el desfile, y la poca aceptación con la que disfrutaba Naranjito, en la que se ponía incluso su primacía en su propio Mundial, el sindicato español de futbolistas profesionales, la AFE que, al hilo de los nuevos tiempos se había institucionalizado en 1978, también se dotó una mascota en 1981, cuando Naranjito apenas tenía dos años y restaba otro para la celebración del Mundial. Se trataba de Andrés el Ciempiés, diseñado por Albert Rue. Era un ciempies rojizo que lucía guantes y gorra en su parte delantera, vestía una camisa roja y todos sus pies llevaban botas de fútbol. Desde luego, era original y simpática. Llegó a  tener implantación, aunque desapareció con el paso del tiempo, pero fue otra de las que restó protagonismo a Naranjito.

2 comentarios:

Jose MME dijo...

Naranjito Forever!!!!

Anónimo dijo...

¿"Billy"? ¿No podían haberle llamado "Guillermito" o algo así, por eso de la localización?