miércoles, 28 de marzo de 2012

El último desafio de Eric Cantona

Eric Cantona. The King Cantona. Mad Éric. El príncipe heredero de George Best. El único francés capaz de calar entre la sociedad inglesa como bien reflejaba Nike y contaba John Carlin. Futbolista carismático donde los allá. También con un mal genio incorregible y que le acompañó inseparablemente en todas sus andanzas. 

Nacido en Marsella en 1966, con 17 años ya debutaba en 1ª división con el Auxerre en 1983. Su categoría era indiscutible y sobresalía con fuerza. A los 21 años ya era internacional absoluto francés. Pero su mal genio, también emergería pronto. Henri Michel, el seleccionador le apartó y Cantona no dudó en calificarle públicamente como "saco de mierda", cerrando sus opciones de retorno a les bleus mientras estuviera en el cargo. No sería el único que vería sus malos modos. Gerard Gili, su entrenador en el Marsella, decidió sustituirle en un partido. Eric se quitó la camiseta, la tiró al suelo y se fue rabiando en su contra. Expulsiones, insultos, sanciones no aceptadas que se ampliaban por sus palabras... Cantona, tras pegar un pelotazo a un arbitro, decidió insultar al comité de disciplina. El castigo, dos meses sin jugar. Eric, con 25 años, anunció que colgaba las botas harto del mundo. 

Cuando, de repente, al otro lado del Canal de la Mancha, decidieron ofrecerle un rescate. El Sheffield Wednesday le ofreció hacer una prueba. Cantona se enroló rumbo a Inglaterra, y a los cinco días fue contratado por el Leeds United. Resultó un acierto absoluto. El equipo finalizaba en primer puesto y conseguía el ascenso a la Premier. El rendimiento de Cantona resultó fabuloso. Sus palabras de agradecimiento, en un inglés con acento marsellés le confirieron aún más admiración. Pero, de nuevo las cosas se tensarían. Su entrenador, Howard Wilkinson llegó a condenarle al banquillo en alguna ocasión y Cantona respondió de malos modos. Allí apareció Alex Ferguson para brindarle la oportunidad en el Manchester United que pagaría más de un millón de libras por contratarle.

Y en Manchester, Cantona se hizo leyenda. Cuatro Ligas en cinco temporadas. Cuando el Manchester llevaba un cuarto de siglo sin saborear el título de la Premier. 64 goles en 143 partidos en Liga, más de 80 en partidos oficiales. Algunos auténticos golazos. Una afición entregada hacia un jugador con garra, astuto, con un carisma gigantesco. Su nombre se coreaba al ritmo de la Marsellesa en las gradas de Old Trafford. Con genio, para lo bueno y para lo malo. Tras sufrir su quinta expulsión en dos años y verse insultado por un aficionado del Crystal Palace no dudó en lanzarle una tremenda patada voladora que, en primera instancia le condenó a dos semanas de prisión, que fueron conmutadas a 120 días de trabajos sociales. Cantona, se plantó en rueda de prensa teóricamente para disculparse y sentenció "Cuando las gaviotas siguen a un barco es porque piensan que les van a tirar sardinas. Muchas gracias". Se levantó y se fue. 

Su retorno a la Selección había sido intermitente, pudo estar presente en la Eurocopa de 1992 a las ordenes de Michel Platini, pero Francia no consiguió clasificarse para el Mundial del 94 ni la Euro del 96, por lo que su presencia en Fases Finales se limitó a esa ocasión. Aime Jacquet se hizo cargo del equipo y prescindió de la vieja guardia (y con éxito pues Francia conseguiría ser Campeona del Mundo y de Europa en 1998 y 2000) y entre ella Cantona. En 1997 colgaba las botas, cansado del fútbol. 

Desde entonces, su figura no ha hecho más que agrandarse. Nunca exento de polémica, pero siempre con un gran número de adeptos que le veneran. Declaraciones polémicas, como cuando, con respecto a la Eurocopa de 2004 o el Mundial de 2006 aseguró que apoyaba a la Selección inglesa y no a la francesa o cuando en 2011 lanzó una campaña para retirar el dinero de las entidades financieras intentando colapsar el sistema. Entre tanto, se inició una carrera como actor con algunas actuaciones destacadas, como haciendo de embajador francés en "Elizabeth" o la peli, inspirada en su figura, "Buscando a Eric".

Ahora, Cantona ha fijado sus miras en la vida política. Quiere resolver el problema de la vivienda en Francia. Para ello, no dudó en iniciar el proceso de recogida de firmas (500 de cargos electos) como requisito para ser candidato a Jefatura del Estado de la República Francesa. Esta vez era una estrategia mediática, pero conociéndole ¿quien sabe si no lo está meditando en serio?


2 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.wideo.fr/video/d76d4fddb09s.html

Cantona con el arbitro de Nîmes/St-Etienne y ultimo partido en Francia.

Gontxo dijo...

Jojojo! Lo añado ahora mismo. No lo había visto nunca. Y lo hace y ya se marcha sabiendo que es la roja...