Es una costumbre arraigada que desde hace ya varios años se ha trasladado al fútbol. En noviembre, Gran Bretaña conmemora el final de la I Guerra Mundial con la amapola, el "poppy". Lo lucen practicamente todos los estamentos de la sociedad, en un gesto del que no escapan siquiera los miembros de la realeza. El mótivo es la firma del Armisticio entre Francia y el propio Imperio Británico con Alemania, el 11 de noviembre de 1918 que ponía fin a la Gran Guerra,. El rey Jorge V ya decidió instaurar como el Remembrance Day (Día del Recuerdo) en tal fecha. Y el símbolo por el que se optó por la amapola, el poppy, fue debido a un pequeño poema compuesto por el teniente coronel médico canadiense, John McCRae, "En los campos de Flandes", cuya traducción española sería:
“En los campos de Flandes
crecen las amapolas.
Fila tras fila
entre las cruces que señalan nuestras tumbas.
Y en el cielo aún vuela y canta la valiente alondra,
escasamente oída por el ruido de los cañones.”
Al parecer, McCrae compulgido por la muerte de su amigo el teniente Alex Helmer en 1915, compuso el poema en 1915. Se quedó impresionado porque entre el paisaje tétrico de la Guerra, y el atronador ruido de cañones y explosiones emergían los campos de amapolas, que desprendían sus petalos rojos. El poema, al finalizar la guerra se extendió rápidamente.
Lucir la amapola roja durante el mes de noviembre se convirtió en el gesto perfecto de rendir homenaje a todos los caídos en la Guerra defendiendo el Imperio Británico y la Commonwealth. Y esta práctica se extendió al fútbol. Primero, fueron algunos entrenadores, hasta que, su uso se ha extendido a equipos enteros. Los conjuntos añaden una amapola a sus uniformes y muestran su reconocimiento. Y de la costumbre no escapan los técnicos extranjeros. Mourinho, Wenger, Benítez, Capello, Ancelotti o Hiddink, todos ellos han posado con sus respectivos poppys en sus trajes de entrenadores.
LA FIFA SE LO PROHIBE A LA SELECCIÓN INGLESA EN 2011
En 2011, la Federación Inglesa convirtió en asunto de Estado la prohibición por parte de la FIFA de su uso en un partido entre las Selecciones de Inglaterra y España disputado en Wembley el 12 de noviembre. La Federación tenía pensado que el combinado británico emplease el poppy en las camisetas, pero el organismo que dirige el fútbol decidió prohibírselo en base a que mantiene la prohibición de realizar manifestaciones políticas en los estadios. Hubo quejas y protestas, a las que se unieron incluso el Primer Ministro Cameron y el Príncipe Guillermo, que enviaron varias cartas a la FIFA pidiendo que reconsiderará la decisión. Y al final el organismo presidido por Joseph Blatter reculó y aceptó una pequeña claudicación. Los jugadores ingleses lucieron unos brazaletes negros con el característico poppy en las mangas.
Nike, siempre atenta, también vio la oportunidad de ganarse un tanto en la oleada patriótica que lideró Inglaterra, e hizo que sus jugadores llevasen bordada la amapola a su símbolo en las botas.
LA RENUNCIA DE JAMES MCCLEAN
Y, de nuevo, en el mes de noviembre de 2014, ha aparecido un jugador dispuesto a romper la concordia y la unanimidad que existía en torno al poppy en Inglaterra. Utilizado por todos los conjuntos, puesto en los lugares más visibles y con todo el entorno futbolístico volcado en lucirlo, ha aparecido James McClean, jugador irlandés del Wigan anunciando la decisión de no lucir la amapola y explicando su postura. El jugador, nacido en Derry, y por tanto norirlandés, llegó a defender al conjunto británico en categoría sub-20, e incluso en 2011 fue convocado a nivel absoluto, pero finalmente decidió rechazar la convocatoria y en 2012 se comprometió con la República de Irlanda, siendo un habitual de sus convocatorias.
Sobre la decisión de no llevar el poppy, que ya fue aceptada en su etapa en el Sunderland y ahora en el Wigan, McClean hizo pública la siguiente carta aclarando su postura, y apelando a que la amapola no solo representa a los caídos en las Guerras Mundiales, sino a otros conflictos. Y él como irlandés, mantiene ese herida abierta por miles de asesinatos y victimas que sucedieron en Irlanda del Norte, y por ello entiende que no debe tomar parte en este homenaje. Su decisión también supuso que acabase recibiendo amenazas de muerte a través de la redes sociales.
Sobre la decisión de no llevar el poppy, que ya fue aceptada en su etapa en el Sunderland y ahora en el Wigan, McClean hizo pública la siguiente carta aclarando su postura, y apelando a que la amapola no solo representa a los caídos en las Guerras Mundiales, sino a otros conflictos. Y él como irlandés, mantiene ese herida abierta por miles de asesinatos y victimas que sucedieron en Irlanda del Norte, y por ello entiende que no debe tomar parte en este homenaje. Su decisión también supuso que acabase recibiendo amenazas de muerte a través de la redes sociales.
1 comentario:
"Mi" Sheffield United también lució la amapola el pasado 1 de Noviembre: https://twitter.com/SUFC_tweets/status/528514610627088384
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