En ocasiones, hay hechos que nos hacen aprender de derecho. La gente se documenta, habla con amplios conocimientos jurídicos, revisa normas y reglamentos y se lanza a opinar sesudamente. La cagada del Real Madrid en la copa del Rey, propició que surgieran diversos debates en twitter y en los medios. En vez de buscarse la decisión más simple, y correcta, la gente trató excusar al Real Madrid, aún a sabiendas de que los argumentos eran incorrectos. La memez del ciclo de amonestaciones del artículo 122, finalmente fue deshechada, y al final se optó por intentar justificar un defecto de forma en la no comunicación de la sanción. Igualmente débil y vacío, en un intento de luchar hasta el final y salvar una cagada, de la que no sabemos quien es el responsable pero que conllevaba la eliminación del Real Madrid.
Hay una cosa que me sorprende más de este asunto. Realmente, lleva un tiempo ya rondándome la cabeza. La justicia debe valorar hechos y no personas, siendo igual para todos, etc, etc... Todo esos argumentos teóricos y bonitos. La Justicia no solo debería ser ciega, sino que las que lo Administran también deben ser imparciales. No solemos reparar en que juez te ha caído, sino en el número de juzgado donde has de acudir. Debemos pensar que todos los jueces actuarán bajo las mismas leyes y criterios, y por tanto, tu procedimiento no se verá afectado, en caso de que te juzgue un juez u otro. De ahí el problema, y en muchas ocasiones, acompañado de aplausos y jolgorio de los jueces estrella. Que se creen más importantes que los propios asuntos que tratan.
En el fútbol, la figura del primer administrador de justicia es inevitable que quede marcada. El árbitro tiene rostro, cara, procedencia, un amplio curriculum e incluso, muchos aficionados tenemos buena memoria para recordar que el mismo colegiado nos robó en alguna ocasión anterior o no actuó de la misma manera con una acción similar y que ahora nos perjudica... Es inevitable. Pero superado el trío arbitral. Nadie ponía cara a quién integran los diversos Comités que ponen sanciones, valorar recursos, deciden si un hecho merece un partido de sanción o varios...
Yo hace un tiempo me enteré que un catedrático de derecho había sido en su día un miembro de uno de estos Comités. Son gente anónima, normalmente procedentes de facultades de Derecho, que se reunen, dictaminan y labor cumplida. Sus nombres no salían en los medios. Sin embargo, ultimamente empieza a ser habitual lo contrario.
La denuncia anónima (gilipollesca, vamos) de un abogado que decía actuar en nombre de un linier para perjudicar al Barça, en el clásico, acabó arrojando que un vocal del comité de árbitros había militado en Falange. Esta semana veíamos titulares como "El futuro del Real Madrid en manos de este hombre" y sacaban toda la obra y gracia del Presidente del Comité de Competición... Hoy el As decide sacar a los miembros de apelación... "pocos datos se conocen" de ellos, dice el artículo. Y ojalá siguiera así y no estuvieran ahora también yendo machaconamente a buscar sus antecedentes, revolver sus decisiones y sembrar dudas a trabajos que no son individuales sino de organismos y comités específicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario