La década de los noventa supuso un pequeño auge en el fútbol extremeño. Nunca antes equipos de esta región habían alcanzado la 1ª división española. El Mérida, presidido por José Fouto lograría ese hito en 1995, luego le sucedería el CF Extremadura al año siguiente, de nuevo ascendería el Mérida y de nuevo el conjunto de Almendralejo. Se alternarían durante cuatro años, permitiendo disfrutar del mejor fútbol en Extremadura, eso sí sin lograr la permanencia y sin coincidir permitiendo un derbi extremeño en la máxima categoría. Aún así ver a gente como Rafa Benitez en el banquillo, a jugadores internacionales como Kiko, Pier o el argentino Navarro Montoya daban la impresión que empezaba a brotar algo grande. El Badajoz también quiso sumarse a la fiesta, empleando a una desmesurada (y fallida) inversión argentina a ver desfilar en el banquillo a clásicos como Lotina... aunque se quedó sin su ansiado ascenso. Ahora, casi dos décadas más tarde resulta desolador ver el panorama del fútbol extremeño. Sin representantes siquiera en 2ª, los equipos refundados aquejados por las deudas y sin brotes verdes que auguren un futuro alentador.
MERIDA
El Mérida, presidido por José Fouto tuvo su década prodigiosa entre 1991-92 y la 99-2000 con dos apariciones en primera y las restantes en 2ª. Se convertiría en el primer equipo en lograr romper el techo de la Segunda División española en 1995, un gol de Cuellar frente al Eibar sellaba un ascenso que se había resistido para el fútbol extremeño. Su aparición por la máxima categoría nunca terminó de resultar satisfactoria con ascensos fugaces seguidos de descensos inmediatos. Aún así, el equipo dio la cara. Se dio máxima confianza en el banquillo al croata Sergio Kresic y se reforzó con nombres interesantes como Biagini, Leo Franco, el paraguayo Benitez, Pablo Alfaro, Aldana, Marcos Martín o el Mono Montoya...
Eran días de vino y rosas, el equipo parecía consolidado, al menos como un puntero en Segunda. El estadio Romano, que fue remodelado por completo tras el ascenso en 1995 recibía el nombre de su presidente, que había llevado los designios del club desde Tercera a Primera. Pero en el 2000, la situación se tornó insostenible. La deuda acumulada resultaba ya inasumible y el Mérida Club Polideportivo echaba el cierre y se disolvía. Llevaba desde el 91 en categoría profesional. Las malas lenguas aseguraban que el Ayuntamiento se negó a afrontar pagos y recortó subvenciones puesto que Fouto comenzaba a postularse como candidato a la alcaldía de la ciudad, otras aseguraban que la gestión estuvo todo el rato por encima de las posibilidades del club y era cuestión de tiempo que explosionase...
Le sucedió el filial, el Mérida Promesas, que no ha superado la 2ªB y ahora deambula por Tercera.
EXTREMADURA
El CF Extremadura, de la localidad de Almendralejo tomaría el relevo y se intercambiaría la categoría con el Mérida sin llegar a cruzarse ni producirse un derbi en Primera. Su ascenso fue aún más inesperado que el de su vecino, puesto que se trataba de un conjunto con menor presupuesto. El conjunto, liderado desde el banquillo por Josu Ortuondo derrotó al Albacete en la promoción y lograría el éxito en 1996. En la ciudad todavía se recuerda el gol de Tirado. Y el equipo se ganó la simpatía y se hicieron celebres nombres como los del portero Amador, Pedro José, Padilla... Otros como Ito, que era el futbolista que menos cobraba de Primera en 1996 o Cortés, cuajarían una amplía carrera en 1ª. El primero de hecho, llegaría a ser internacional absoluto en una ocasión. Junto a ellos llegarían veteranos como Quique Estebaranz, Oscar Montiel, fichajes extranjeros como Duré, Basualdo, Silvani, Gluscevic, o ya mítico Mono Montoya... El estadio Francisco de la Era era renovado para adaptarse a la Primera División.
Aún así, de nuevo, el equipo no lograría mantenerse. En Segunda se reforzaría con un, por entonces, nada conocido Rafa Benitez, y el equipo logró el retorno a Primera por la vía rápida. El juego de Benítez sorprendió por su eficacia y alguien se fijó en él para dirigir al Valencia. Aún así un hipereforzado Extremadura volvería a disfrutar de la Primera División. Gente como Toni Velamazan, David Castedo, Gaspercic, Poli, Belenguer o incluso Kiko tratarían, sin éxito, de conseguir la permanencia.
En los años posteriores el equipo no entró en la pugna del ascenso. Ni siquiera el retorno de Josu Ortuondo al banquillo logró empujar al conjunto de Almendralejo. La situación se tornaría peor en la 2000-01 con una pésima campaña en la que jamas abandonaría el pozo y acabaría descendiendo a Segunda B. Y, la cuesta abajo no finalizó. En 2007, certificaba su descenso deportivo a Tercera y al no cumplir con los pagos, padecía un descenso administrativo que le llevaba de bruces a la Regional Preferente. El descenso a los infiernos estaba cada vez más profundo y lejos de detenerse, se agravó con un peldaño más, la primera regional en 2010, algo que supuso el mazazo definitivo al equipo que apenas unos años antes jugaba frente a Madrid o Barcelona. Posiblemente no haya peor record en todo el fútbol nacional.
Contrariamente, algunos detractores del presidente fundaron la UD Extremadura en 2007, prácticamente calcando escudo, uniforme y nombre. Pese a su aparición en Segunda B la temporada pasada, la ciudad permanece dividida como sucedió en Logroño o en Oviedo, ante estas nuevas "apariciones" surgidas de la nada y sin el caché del equipo de toda la vida.
BADAJOZ
El tercer equipo en discordia del fútbol extremeño por aquel entonces era el CD Badajoz. Curiosamente el más antiguo y el que presumía de tener mayores méritos, más temporadas en 2ª, llegar más lejos en la Copa u organizar el Trofeo Ibérico, un torneo de pretemporada que servía para acercar a algún "grande", ante el ya mencionado vacío futbolístico que existía en la región.
Quizá al conjunto pacense le faltó una dosis de fortuna que si acompañó en momento decisivos a sus vecinos. Por su banquillo pasó gente de renombre, desde Miguel Angel Lotina, Maceda, Felines, Paco Herrera o incluso Josu Ortuondo cruzó la acera intentando emular el éxito que tuvo en Almendralejo. Como jugadores destacaría por ejemplo Munitis. Pero las inversiones no tuvieron sus frutos y el equipo no terminó de dar el salto.
Tinelli en su presentación |
El descenso de Segunda le abordaría en la 2002-03 y el equipo estuvo en riesgo de desaparecer, cuando en 2006 no afrontó los pagos a los jugadores y descendió a tercera en los despachos. Desde entonces, celebrando el centenario en esa categoría, el equipo logró la supervivencia. Con donaciones de aficionados, acogido a la Ley Concursal, llegó incluso a reaparecer en Segunda B en 2009 donde permanece... alejado de los sueños de alcanzar la 1ª y, pese a haber sobrevivido a la bancarrota y no haber necesitado refundarse, el panorama en Extremadura resulta desértico comparado con la esperanzadora década de los noventa.
6 comentarios:
Cierto, la verdad es que se veía venir. La gente no es que llenara en demasía los estadios, en especial el Nuevo Vivero tenía un aspecto desolador, en ocasiones.
Creo recordar que en algún momento en el campo del Extremadura (debió ser con gradas supletorias) cabía más gente que en toda la provincia...
No creo Miki, hablamos de un campo de 12000 personas. Sería del municipio. La población de una provincia es mucho.
Yo, recuerdo, cuando el MARCa titulo "Bienvenido MR MArshall" cuando lo visitó el Madrid. Y predieron fuego al periodico antes del partido. Dudé si incluirlo en el post, jeje.
Jajaja No sabía ese titular del Marca, qué grandes.
Y sí, lo he mirado y es imposible meter toda Extremadura en un campo de fútbol. Pero toda Soria provincia cabe en el Camp Nou...
No compareis la afición de ALMENDRALEJO con ninguna de los demás equipillos que habeis nombrado aquí. De todas formas se nota que no teneis mucha idea de NADA.
Y te ha hecho falta mirarlo para confirmar que toda Extremadura no cabe en un campo de futbol???
Donde crees que vivimos??
En una corrala??
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