lunes, 9 de abril de 2012

Fútbol y mafia: Los casos de Sculli y D´Agostino

D´Agostino, izquierda, hijo de un miembro arrepentido de la Cosa Nostra y
Sculli, derecha, nieto del líder de la mafia calabresa
El Sur de Italia o la Isla de Sicilia difícilmente podrán librarse de los estereotipos. La sombra de la mafia perdurará siempre. Sobretodo vista desde fuera. Son muchos años, muchas películas, muchas creencias ya asentadas que perduran hoy. La influencia de la Mafia sobre muchos de los aspectos de la vida, sociales, económicos, políticos, laborales, organizativos era evidente, y el fútbol no podía resultar menos. Los últimos casos, los de dos futbolistas que todavía siguen en activo.

Gaetano D´Agostino nació en Palermo en 1982. Su padre era un miembro activo del clan mafioso La Cosa Nostra con presuntos vínculos en hasta diez homicidios sobretodo actuando como logística dando alojo a mafiosos. Después de resultar detenido decidió colaborar con la justicia y tratar de desbaratar la organización. La Mafia no perdona estos actos de traición que conllevan la pena de muerte. Tanto para él como sus descendientes. Desde entonces, tuvo que incorporar una serie de protección para garantizar su vida. Pero el muchacho, con lo que disfrutaba desde pequeño, era con el fútbol. De hecho, en los juicios, se especuló conque una de las compensaciones que solicitó D´Agostino padre fue que lograran que su hijo hiciera las pruebas de acceso del Milán, club que preside Silvio Berlusconi y cuya relación y la de su partido con la mafia ha sido siempre, cuanto menos, sospechosa. No recaló allí, se formó en el Palermo y después llegaría a ser contratado por la Roma, aunque no terminó de adaptarse en la Capital. Vivir acompañado de escoltas, tener que variar la ruta para ir a entrenar a diario por seguridad o no poder disfrutar de su tierra le lastró. En 2005 regresó de nuevo a tierra siciliana para jugar en el Messina y tras una gran temporada acabó firmando por el Udinese, donde ofreció sus mejores campañas. Tanto que el Seleccionador Marcelo Lippi comenzó a contar con él y le brindó la posibilidad de debutar a nivel absoluto. Tras dejar Udine, pasó por la Fiorentina y actualmente defiende los colores del Siena. La amenaza de la Cosa Nostra sigue en pie pero su carrera ha seguido con normalidad.

Giuseppe Morabito, líder mafioso
y abuelo de Sculli
El caso de Giusseppe Sculli todavía resultó más sangrante. Nacido en Calabria es el nieto de Giusseppe Morabito, líder del clan mafioso calabrés ´Ndrangheta, una importante organización que manejaba un amplio sector de la entrada de cocaína en Europa y responsable de diversos asesinatos, algunos de ellos propiciados incluso fuera de las fronteras italianas. El caso es que Morabito permaneció fugado desde 1992, que se cursó su orden de detención hasta 2004. No había manera de localizarle. Se tenían sospechas de donde podía ubicarse pero no se terminaba de darle caza. Hasta que irrumpió su nieto en escena. El muchacho comenzaba a destacar en el fútbol, internacional sub 21, buenos números en el Chievo Verona. ¿Resistiría el abuelo sin ver a su exitoso nieto futbolista? La Familia es lo primero... así que por supuesto que no. La policía empezó a infiltrarse entre los aficionados del Chievo y acabó averiguando que el líder mafioso acudía al Estadio en bastantes ocasiones. En una de ellas, resultó detenido, poniendo fin a más de una década fugado. Sculli se derrumbó. Sus derechos pertenecían a la Juventus que empezó a temer perder el futbolista. Lo envió cedido a Messina donde coincidió con D´Agostino, por cierto.

En Sicilia recuperó el fútbol aunque tampoco esquivó la polémica. Fue investigado junto a otros jugadores por amañar un partido en su época de jugador en el Crotone lo que le conllevó una inhabilitación por 8 meses que cumplió cuando militaba en Genova. También se le acusó de amenazar a personas para que votarán por la reelección un candidato en la alcadía de Locri, su ciudad natal. Tras esa temporada en Messina, pasó por el Genova, Lazio y retornó a Genova esta campaña. "Me siento como en casa" dijo en su presentación. En este tiempo ha mostrado buenas formas aunque no llegó a los niveles que apuntaba en las categorías inferiores y no ha alcanzado, por ejemplo una convocatoria de la azzurra.

Dos historias de fútbol y mafia y que además llegaron a coincidir en el vestuario del Messina.

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