martes, 6 de diciembre de 2011

Legendario Kanu

Hace poco trataba el caso del croata Klasnic, que tras superar un doble transplate de riñón, había conseguido recuperar el máximo nivel y ahora goleaba en la Premier. También un problema médico, en este caso, una válvula aórtica, truncó la carrera de un futbolista que apuntaba a leyenda.

Kanu, nació en una selvática ciudad nigeriana, con un físico imponente de 197 centímetros, y pronto, como tantos niños africanos, comenzó a dar patadas a un balón con el sueño de escapar de la pobreza y ser contratado en Europa. Tras ir progresando, y alcanzar el Iwuanyanvu Nationale, uno de los clubes más poderosos del país, y en el que han militado practicamente la totalidad de jugadores nigerianos destacados, llamó la atención de la poderosa red de ojeadores del Ajax, que llegó a desembolsar una importante cantidad económica por él.

Llegó a Amsterdam en 1993 con apenas 16 años y pronto haría su debut a máximo nivel. Y encima, con ese equipo, joven, cargado de talento, buenos jugadores y con un fútbol vistoso bajo la dirección de Louis Van Gaal conseguiría proclamarse campeón de Europa en 1995. Kanu, con apenas 18 años, disputaría esa final, junto a nombres como los de Overmars, Litmanen, Kluivert, los hermanos De Boer, Van der Sar, Davids, su compatriota Finidi o un veterano Rijkaard. Kanu entraría al campo en la segunda parte por Seedorf. Enfrente, el Milán de Capello cargado también de nombres míticos como esa defensa Panucci, Maldini, Costacurta y Baresi, con Albertini, Donadoni y Desailly en el medio y con hombres de ataque como Boban, Massaro o Simone. Kanu empezaba a hacerse un nombre en el fútbol, y el Ajax, equipo exportador de sus figuras acabaría aceptando una oferta del Inter de Milan.

Era 1996. Y agrandaría más su nombre y su leyenda. Capitán de Nigeria, una de las selecciones que más pujanza y buena imagen estaba alcanzando, conseguirían la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Era el primer gran éxito africano, y el nombre de Kanu cada vez cogía más fuerza y lo situaban entre los mejores del mundo.

Por eso, Moratti que no reparó en gastos año tras año, luchando por saborear un Scudetto que no conseguía desde 1989, se lanzó a su contratación. Y a la de Ronaldo, Vieri, Hernan Crespo, Zamorano, Jugovic, Blanc... y por el banquillo también se intentó de todo, desde su último ganador Trapattoni, a Bagnolli, Ottavio Bianchi, Simoni o Lippi, o apuestas extranjeras como Roy Hogdson, Héctor Cúper o Micea Lucescu. Pero el caso es que Kanu no pudo mostrar todo su potencial en Italia. Una válvula aórtica, afectaba a su corazón y debía someterse a una operación a corazón abierto en Cleveland. Estaba en peligro su vida, y los pronósticos hablaban por supuesto, que el mejor futbolista africano de 1996 debería retirarse irremediablemente.

Pero no lo hizo. Se operó y siguió un importante programa de entrenamiento que le permitió regresar a los terrenos de juego unos 5 meses más tarde. En ese momento, la nómina de delanteros del Inter era elevadisima, y Arsene Wenger le captó para su Arsenal, en una apuesta arriesgada tras su operación. Pero Kanu no defraudó. Un lustro en Londres, con dos Premiers en su haber, más de 30 goles y el cariño de la afición gunner. 

Con 31 años, su contrato no fue renovado y pasó dos campañas al West Bronwich Albion. Y después, Harry Redknapp lo reclutaría para el Porstmouth, un equipo pequeño que experimentó un importante crecimiento tras ser comprado por un grupo de adinerados jeques. Kanu, volvió a brillar y pese a su edad resultó un fichaje acertado y fundamental. Más, cuando el equipo conquistó la Copa al vencer por 1-0, gol suyo, en la final ante el Cardiff City. Posteriormente, los problemas económicos, enviaron al Porstmouth a segunda. Pero Kanu, decidió permanecer y continua apurando allí sus últimos goles.

Con la Selección, estuvo presente en tres mundiales, se quedó en 98 internacionalidades y formó parte de esas míticas Águilas Verdes que practicaron un juego eléctrico varios años, a las que siempre se les acompañó las dudas sobre su edad, y en la que algunos situaban que Kanu dispondría de 8 años más...

La historia de un campeón de Europa con 18 años y que superó una operación de corazón para regresar a lo más alto. Y, como sucede con tantos futbolistas nacidos en la pobreza y que han padecido penurias, destinando gran parte de su fortuna a obras sociales en su país, embajador de UNICEF y creando una Fundación para ayudar a niños con problemas cardíacos.

2 comentarios:

Iñigo dijo...

Siempre me encantó Kanu, vaya clase que tenía. En general los futbolistas altos con mucha técnica como Kanu, Kanoute, Zidane... me parecen un espectáculo porque es muy inesperado.

Kanu en Gijón es muy conocido por una historia. En 1997, después de la operación, el máximo accionista del Sporting anunció que había negociaciones para que viniese cedido e ir recuperando la forma. Claro, aquello era un bombazo increíble. Llegó a tal punto la paranoia con este fichaje que la gente decía convencida que había visto a Kanu paseando por Gijón. Claro, al final fue todo una cortina de humo, era un fichaje imposible, pero en la afición sportinguista todavía se recuerda y cuando se rumorea algún fichaje se hacen coñas diciendo "a este le vi yo el otro día paseando por el puerto".

Gontxo dijo...

Jajaja. No tenía ni idea de esa historia.