España camina efervescentemente hacia un petardazo gordo. Se van acumulando los colectivos que empiezan a tener que digerir amplios recortes, en ayudas, salarios, incentivos... Además, la carga impositiva aumenta, se reducen prestaciones... Todo resulta cada vez más insostenible. El Gobierno no encuentra soluciones y ya se empieza a agotar la excusa de "la herencia de ZP"... En las últimas semanas hemos visto a Trabajadores de la Administración Pública, médicos, profesores... A estas horas había gente intentando acampar en el Congreso de los Diputados. En las últimas semanas ha tenido bastante eco las protestas de los mineros. Un colectivo diferente, con una carga de trabajo con mayor peligro y desgaste y con un régimen propio de cara a cotización y jubilación. Sus marchas hacia Madrid provocaron un recibimiento admirable en la Capital y supusieron el enésimo conflicto social sin solución a la vista para Rajoy y los suyos.
Aquí hemos hablado en ocasiones de casos excepcionales de futbolistas con un alto compromiso social. Por lo general, los futbolistas se desentienden cada vez más y no quieren mojarse ni exponer su imagen e ideas a causas alejadas del deporte que además supondrían un riesgo a futuros contratos de patrocinio. Pocos futbolistas han mostrado sus ideas sobre nacionalismos, casos como Breitner aportando dinero a una huelga obrera en pleno franquismo o el de Eric Cantona, dispuesto a lanzar su propia aventura como Candidato a Presidente de la República para introducir en la Agenda Política los problemas de integración o vivienda resultan sorprendentes. Incluso, algunos casos como los de Angel Cappa o Carlos Caszely prestando su imagen en contra de las dictaduras militares de Argentina o Chile.
Esta semana era David Villa el que tomaba un gesto simbólico. Acudía a varias concentraciones de mineros, a prestar su apoyo, a animarles y desear que el Gobierno halle una solución temprana. Y es que Villa, asturiano, ha nacido en una España diferente, en una Asturias cambiada. Suplantada. Como escribe maravillosamente LosidealesdelGol en su entrada "El güelu Trostsky". Y es que así se llamaba su abuelo. Minero. Como gran parte de la comunidad asturiana en la primera mitad del siglo XX. Hoy, quizá honrando a esos antecedente familiares, el futbolista decía acercarse a los mineros y animarles.
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