Finalmente sí. Con polémica, con dudas, con incertidumbre hasta el final. Gran Bretaña tomará parte en los Juegos Olímpicos de Londres con una Selección común. Eso era conocido. Pero faltaba ver a quienes decidiría llamar Stuart Pearce, que será quien ocupe el banquillo tras rechazar los ofrecimientos Alex Ferguson o Harry Redknapp. Se presentó el uniforme, con un diseño moderno, obra de Adidas, que se podrá evaluar que tal acogida tiene en los estadios y si es comprado y lucido en el futuro en los campos de las Islas. Quiza se convierta en un símbolo... quizá no alcance unas cifras de ventas decentes...
Y es que la controversia viene de lejos. La noticia de esta Selección unificada levantó ampollas. Gran Bretaña rechazó participar en el fútbol olímpico y respetar que sus 4 integrantes, Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte prosiguieran su camino separadas. Al celebrarse en Londres, renunciar a competir no parecía lo más conveniente y restaría una atracción importante. Y comenzaron unas largas gestiones, que no se sabía muy bien como concluirían. Se especuló con que la convocatoria se ciñera solo a ingleses, pese a que tendría que recibir el nombre de Reino Unido. Algunos jugadores como el galés Gareth Bale, indicaron que solo aceptarían tomar parte si se seguía respetando la independencia de su Federación. Las propias de Gales y Escocia mostraron su temor hacia una involución... Muchos aficionados, también deseosos de mantener el modelo actual se organizaron y crearon la asociación No Team GB.
Finalmente, los citados son en su mayoría ingleses. Bale se quedó fuera por lesión, Pearce decidió no convocar a David Beckham que hubiera añadido un gran plus al torneo, y sí que llamo a otra vieja gloria, que por su condición de Gales, nunca ha podido estar en una Fase Final de un gran torneo de Selecciones, Ryan Giggs. Lo dicho, ahora veremos como evoluciona el fútbol british tras este suceso de 2012...
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