martes, 24 de julio de 2012

Y Dios se olvidó de Kaka

Pobre Kaka. Su carrera era meteórica. Con 20 años acudió con Brasil al Mundial de Corea y Japón, y pese a su escasa participación (apenas 20 minutos), obtuvo su primera Copa del Mundo. Dio el salto del Sao Paulo al Milán en 2003, cuando apenas tenía 21 años. 8 millones de euros desembolsó Berlusconi por ficharlo. ¿Sería uno de esos tantos brasileños que no terminan de cumplir las expectativas o, de verdad era un crack?

En el Milán, y en un fútbol tan complicado como el italiano, resultó. Un Scudetto, la Champions de 2007... Kaka lideraba un equipo, y resolvió con goles, regates y alcanzaba el trono de mejor jugador del mundo en 2007. Era un cetro sin dueño. Otro brasileño, Ronaldinho, había renunciado a él y se daba a la mala vida. Messi no había irrumpido, Cristiano seguía un peldaño por debajo. En Eto´o nunca repararon. Tampoco el tika taka español había comenzado su dominio internacional. Kaka, parecía (o aparentaba) un justo triunfador. Y él lo agradeció a por quién más admiración profesaba. Jesucristo. "I Belong to Jesus" Eso era lo que rezaba la camiseta que se puso en 2007 en el Olímpico de Atenas, cuando el Milán obtenía su séptima champions y él era nombrado mejor jugador del torneo. Precuela, del Balón de Oro que recibiría a final de año. Y es que Kaka era un modelo de futbolista poco habitual. Alejado de los vicios de alcoholes y fiesta que acabaron con compatriotas suyos como Ronaldinho, Ronaldo, Adriano o con algunos grandes europeos de la talla de  Gascoigne, Kluivert, Diego Tristán... Kaka era un ejemplo. Atleta de cristo declarado, convencido y practicante. Asegura que llegó virgen al matrimonio con su esposa, cumpliendo los preceptos indicados. Siempre tenía gestos religiosos, desde en las botas, donde lleva escrito "Jesus in first place" y en sus declaraciones.

Pero en el calcio el dinero empezaba a escasear... y comenzó a convertirse en objeto de deseo de la Liga española. Ramón Calderón aseguró tenerle fichado si alcanzaba la presidencia del Real Madrid... pero no fue así. Quién sí consiguió sacarlo de San Siro y llevarlo al Santiago Bernabeú, fue Florentino Perez en 2009. 65 millones de euros, el cuarto fichaje más caro de la historia tuvieron la culpa... pero sonaron a barbarie. Era una cifra brutal por el brasileño. Pero su esposa lo aclaró, "Dios colocó el dinero en el Real Madrid para fichar a Kaka". ¿Quién osa discutir al de arriba?.

Es curioso. Tres años después, ese mismo dios al que adoran parece haberse alejado de Kaka. Son tres años en el Real Madrid, con 60 partidos en Liga, más visitas a la enfermería que al terreno de juego, y ni rastro del futbolista que maravillaba en 2007... El Madrid lo percibe ya más como carga y le busca acomodo: "Y si regresase a Italia", "y si Ancelotti, el que mejor juego supo sacarle, se lo llevará al PSG",  "y si el Manchester City...", "y si un prematuro retorno a Brasil", "y si la MSL"... pero nadie parece dispuesto a asumir los 10,5 millones de euros que tiene de ficha Kaka, y así es complicado que el brasileño abandone el Bernabeu. Mientras tanto, a seguir rezando. Quizá solo sea una prueba de fe a la que le están sometiendo desde arriba.

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