Pues eso parece si hacemos caso a lo que publica el diario As el pasado 20 de mayo, "Bilbao se tambalea como sede de la Eurocopa". Lo que fue una de las últimas acciones de Villar como presidente y que pretendía poner fin a un largo periplo de más de 50 años sin que la Selección Española pisase tierra vasca. El último partido fue en 1967, en una victoria sobre Turquía en el antiguo San Mamés.
La ocasión parecía perfecta. El nuevo formato de Eurocopa con múltiples sedes en diferentes países. La Federación decidió que la sede española sería Bilbao, con un campo de reciente creación, moderno y de paso poner fin a este largo periplo sin partidos de España en Euskadi. Ahora, al parecer de las 12 sedes que conformaban la Eurocopa que ha tenido que retrasarse al verano de 2021, tanto Bilbao como Amsterdam y Roma, podrían ver en peligro su presencia. Se mencionan asuntos sanitarios, como de poca colaboración con la UEFA, así como conflicto entre la disponibilidades de fechas. No es la primera vez que el diario As informa de estos problemas, ya en 2018 publicó que la sede de Bilbao corrió peligro.
SIN FINAL DE COPA EN 2017
Os confieso que me gusta mucho cuando se hacen torneos y eventos fuera de Madrid. Pretendemos luchar contra el centralismo y elogiar el resto de España, pero luego nos cuenta quitarnos esa visión. Por eso, me gusta que la Selección no tenga una sede fija y se vaya moviendo por todo el territorio. Me gusta que la final de Copa la vayan alternando. Aún así, Madrid es con diferencia donde más veces se ha disputado la final del torneo. Me gusto que en 2010, cuando la final de Copa era Sevilla-Atlético, y decían de jugar en el Calderón o en el Bernabeu, Del Nido exigiese con el mismo criterio jugar en la Cartuja (al final... para no dar la razón a ninguno se acabó jugando en el Camp Nou). Y por eso, me gustó una proclama que hicieron en 2017 cuando Alavés y Barcelona llegaron a la final de Copa en 2017. Con el Nuevo San Mamés recién inaugurado, propusieron que la final de Copa se jugase en Bilbao. En aquella ocasión, no pudo ser. Un concierto de Guns and Roses, que solapaba prácticamente las fechas hizo que no pudiese disputarse en el nuevo estadio. Y es que, en el País Vasco se han disputado 5 finales de Copa, la última en 1924. Todas antes de la Guerra Civil... hubiera sido una ocasión fabulosa.
Ahora, veremos que pasa. De hecho, no me extrañaría que fuese un tema que se tocase en la campaña electoral vasca que debería comenzar en junio. Urkullu fue de los que apoyaba esa final de Copa Alavés-Barça en Bilbao. Veremos como enfocan los partidos ese sede de la UEFA, con un mínimo de dos partidos seguros de la Selección Española, sí todos están de acuerdo o si alguno incluso vería con alegría que la UEFA cancelase la sede...
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