La verdad es que después de bastantes años criticando que el fútbol permanecía ajeno al cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, convendría señalar el ejemplo del estadio "Romero Cuerda" del municipio pacense de Villanueva de la Serena que sería la excepción y que en diciembre de 2017 modificó su antiguo nombre.
Romero Cuerda fue alcalde del municipio y procurador en cortes en las décadas de los 60 y 70, y algunos también le vinculan con violentos episodios de represión al finalizar la guerra civil. El caso, es que el estadio del equipo de la ciudad, el Villanovense, llevaba el nombre desde su inauguración en 1976. De hecho, en 2015 el Barcelona se enfrentó al conjunto local en Copa del Rey y no se prestó demasiada atención al polémico nombre. El partido acabó con empate a cero.
El Municipio ya había iniciado pasos como el desenterramiento de la fosa común del pueblo. Pero dos años más tarde, la Diputación de Badajoz, a través de una comisión encargada de revisar, recomendar y dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica, apuntó al nombre del estadio. ¿La medida de presión? Tocar el dinero. "Los municipios que no cumplan la Ley de Memoria Histórica no podrán optar a Ayudas, Subvenciones, contratos o proyectos de la Diputación Provincial". Como sucede cuando alguien, persona física o jurídica, se presenta a Concursos o aspira a realizar contratos con la Administración. Villanueva de la Serena, gobernada además por el PSOE no puso mayores objeciones y a final de año, en diciembre de 2017, el Ayuntamiento aprobó modificar el nombre del "Romero Cuerda" por el de "Estadio Villanovense".
El equipo tras varios años en Segunda B, regresó a Tercera el año pasado. Pero pudo volver a enfrentarse a un Primera, de nuevo en Copa del Rey en 2018, y el campo, esta vez con el nuevo nombre, también resistió logrando otro empate a cero ante el Sevilla.
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