lunes, 25 de mayo de 2020

Graeme Le Saux, el futbolista con cabeza


Graeme Le Saux fue un gran futbolista inglés. 36 veces internacional con la Selección, presente en el Mundial de Francia 98, campeón de la Premier con el Blackburn en la campaña 94-95, miembro del Chelsea preAbramovich con el que ganaría una Copa y la Copa de la UEFA. Fue miembro del equipo del año de la liga inglesa en dos ocasiones y se convirtió en uno de los laterales izquierdos más brillantes de los 90´.

Pero la carrera de Le Saux, que hubiera sido la de un futbolista talentoso, quedó ligada también a otros aspectos. El mundo del futbolista profesional resulta bastante homogéneo. Declaraciones parecidas, gustos similares, pocos futbolistas con estudios, grupos cerrados, escasas inquietudes ajenas al deporte, y mucho menos culturales. Pocas diferencias entre unos y otros. Por eso, cuando alguien se sale del tiesto, sorprende. Y por supuesto, sin todavía presencia conocida de homosexualidad a primer nivel. Lo más parecido, el internacional alemán Hitzlsperger y que solo se atrevió a hacerla pública, al retirarse.

Pese a no ser gay, estar casado, tener una mujer y dos hijas. Le Saux tuvo que luchar contra esa corriente dominante y solo a base de fortaleza mental consiguió seguir manteniendo un importante rendimiento futbolístico y erigirse en cabeza de lanza en romper varios de estos prejuicios. No a elección suya, simplemente, su forma de ser fue fruto de los rumores. Y una vez que te alcanzan, en un mundo tan amplio como el del fútbol, ya la ola es imparable. Pero en su caso, además, no solo partieron de algún foco localizado. Fue mayoritario y ni tan siquiera, Federación, directiva o compañeros acudieron a defenderle.

El defensa, comenzó a ser flanco de bromas. Era un jugador atípico. Mientras el resto de compañeros se dedicaba a gozar de pubs y discotecas, Le Saux tenía otras inquietudes, como interesarse por antigüedades o galerías de arte. Aparecía en el entrenamiento con una ropa discreta, más asemejada a un estudiante universitario y con el diario progresista de Inglaterra, The Guardian, bajo el brazo. Cuando todavía era un joven de 22 años, se fue de vacaciones con un compañero de equipo, Ken Monkou. Los compañeros lanzaron la broma sobre si era un viaje romántico. Y como sucede con coñas y apodos, si duran más de un día, permanecen. Y aunque Le Saux no fuera gay, la comidilla y la gracia, permaneció. Y de convertirse a un chiste de compañeros, se exportó del vestuario. Parece ser que en el West Ham-Chelsea  fue el primer estadio donde se escuchó "Le Saux take it up the arse" con la sintonía de The Village People (algo así como "Le Saux la lleva en en culo"). Hablamos de 1991, poco antes otro futbolista inglés, Justin Fashanu había salido del armario y no encontró ningún apoyo siendo repudiado por todo el mundo del fútbol.

Y ese cántico o los insultos por su supuesta, aunque falsa, homosexualidad le acompañaron el resto de su carrera. Pero el momento más recordado sucedería en 1999 en un Chelsea-Liverpool en 1999. Le Saux va a proceder a lanzar una falta, y Robbie Fowler, el delantero rival y compañero en la Selección inglesa, de espaldas, se lleva las manos a las nalgas y le obsequia con un "métemela por el culo". Le Saux se indigna y se niega a sacar la falta. El arbitro, le reprocha estar perdiendo tiempo. En otra jugada del partido,  sin balón en juego, el defensa propina un codazo a Fowler. El árbitro les advierte a ambos y deja seguir. Y al final, Vialli, entrenador del Chelsea decide sustituirle sabiendo que está fuera del partido. La Federación Inglesa abre un procedimiento para evaluar lo sucedido ante los indicios por mala conducta de ambos. Y finalmente sanciona a Le Saux con la perdida de un partido y con dos a Fowler. Curiosamente, apenas un mes después, una celebración de un tanto del delantero del Liverpool, hace que se arrodille ante la línea de cal y simule esnifar cocaína. De nuevo la Federación actúa y esta vez, la sanción es de cuatro partidos. Mostrando mayor contundencia ante una imitación de un consumo de drogas que hacia un insulto homófobo a otro jugador. Le Saux continuaría recibiendo desplantes. Sería su caso más celebre, pero no el único. Compañeros de Selección, jugadores, parece ser que se burlaban de su supuesta homosexualidad durante su carrera. Finalmente tras dejar el Chelsea, apuraría los últimos años de fútbol en el Southampton hasta colgar las botas en 2005.

Poco tiempo después, en 2007 escribiría su autobiografía y narraría con detalle estos episodios. Y reflexionaría sobre la evolución del racismo y la homofobia en los campos ingleses. Sobre la fortaleza y resistencia que debería tener un jugador que se atreviera a dar el paso de salir del armario. En The Guardian, publicó un artículo al respecto. Ahora se prodiga en los medios de comunicación, además de formar parte de la directiva del RCD Mallorca.


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