jueves, 14 de mayo de 2020

Cuando Sol Campbell se postuló para suceder a Boris Johnson como alcalde de Londres


¿Un futbolista aspirando a ser alcalde de Londres? Hombre, suena raro. Aunque bien pensado en Madrid tuvimos a Pepu Hernández, entrenador y el ex seleccionador nacional de baloncesto como cabeza de lista del PSOE en 2019 (Eso sí, su resultado fue el peor en la historia del partido en la Capital Madrileña). Pero es lo que intentó Sol Campbell en 2015. 

Como futbolista fue un jugador destacado. Nacido en Inglaterra de padres emigrantes jamaicanos. Al parecer criado con poco dinero en barrios de clase baja, Campbell orientó su vida hacia el deporte. Y con éxito.

Tras pasar por la cantera del West Ham, donde alcanzó la profesionalidad fue con el Tottenham,  llegando a debutar en la Premier en 1992 con 18 años. Y de allí se fue consolidando en la defensa de los Spurs. Tanto, que en 1999 ya era el capitán del conjunto y fue el que levantó la Copa de la Liga en Wembley tras imponerse  al Leicester. Eso le permitió al conjunto londinense disputar competiciones europeas. Desde 1996 coincidió también con su debut a nivel internacional, participando además con Inglaterra en la Eurocopa del 96 y en el Mundial del 98. Pero sus últimos años coincidieron con algunos problemas extradeportivos. Acusado de una pelea, se sintió poco respaldado por el club. Eso hizo que tras diez campañas, y pese a contar con una importante propuesta de renovación, Campbell buscase un nuevo destino al acabar su contrato.

Y, libre, firmó por el Arsenal, el rival londinense del Tottenham, lo que conllevó que en cada visita del jugador a White Hart Lane, su antigua afición le recibiese con carteles de "Judas". Pese al desprecio recibido, a nivel deportivo su fichaje resultó un acierto. Con los gunners ganaría dos Premier, formando parte del ya legendario equipo de los invencibles de 2004 y dos copas. Además, alcanzaría la final de la Champions 2006, donde anotaría un tanto aunque al final el triunfo se lo llevase el Barça.

En 2009 pasaría a un "nuevo rico", el Porstmouth que bajo la propiedad del israelí Gaydamak construyó una brillante plantilla. Contrató a Redknapp de entrenador y lo rodeó de rostros importantes como el propio Cambell, Lass Diarra, Crouch, Kanu, y cuyo mayor mérito fue conquistar la Copa de 2009 pero el gasto fue insostenible y el Porstmouth fue sancionado y descendió al año siguiente. Campbell, ya con 35 años, dio un paso atrás y se comprometió con el Notts County, un equipo de Segunda B pero cuya dirección deportiva la llevaba Sven Goan Eriksson, antiguo seleccionador inglés que apostó abundantemente por Cambell. Aunque en enero, ante las bajas por lesión de Gallas y Wermaelen y pese a contar con 36 años, Wenger le dio la oportunidad de regresar al Arsenal disputando media campaña. Le quedaría un último año de fútbol en el Newcastle, hasta anunciar su retirada al final de la campaña 2011. Colgaba las botas con más de 500 partidos en la Premier, más de 40 en Champions y 76 internacionalidades con la Selección Inglesa con la que fue a tres mundiales. Tras retirarse como futbolista ha iniciado una carrera como entrenador en equipos, de momento, de poca envergadura. Comenzó como segundo entrenador en la Selección de Trinidad y Tobago y luego ha entrenado a dos equipos de la tercera categoría inglesa, el Macclesfield y el Southend United.



Desde su retirada también fue incrementado su activismo político. Tomó parte, junto a otros rostros famosos, en una campaña para las Elecciones Generales de 2015 en la cuál animaban a las minorías a inscribirse y ejercer su derecho al voto. También se mostró muy activo contra el racismo. De hecho, manifestaba que de haber sido blanco hubiera alcanzado la capitanía de la Selección Inglesa mucho tiempo antes. E incluso, en 2015 llegó a ir más lejos. Se postuló como candidato del Partido Conservador a la alcaldía de Londres de cara a las elecciones municipales de 2016, ya que en ese momento mayor Boris Johnson no iba a repetir en el cargo. Aunque dio entrevistas, participó en debates, finalmente los torys no contaron con Campbell y designaron a Zac Goldsmith que perdió ante el laborista Sadiq Khan. ¿Volveremos a ver a Campbell en nuevos desafíos políticos?

lunes, 11 de mayo de 2020

Estadios de Fútbol con nombres franquistas (V): El "Romero Cuerda" cambió su nombre en 2017

La verdad es que después de bastantes años criticando que el fútbol permanecía ajeno al cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, convendría señalar el ejemplo del estadio "Romero Cuerda" del municipio pacense de Villanueva de la Serena que sería la excepción y que en diciembre de 2017 modificó su antiguo nombre.

Romero Cuerda fue alcalde del municipio y procurador en cortes en las décadas de los 60 y 70, y algunos también le vinculan con violentos episodios de represión al finalizar la guerra civil. El caso, es que el estadio del equipo de la ciudad, el Villanovense, llevaba el nombre desde su inauguración en 1976. De hecho, en 2015 el Barcelona se enfrentó al conjunto local en Copa del Rey y no se prestó demasiada atención al polémico nombre. El partido acabó con empate a cero.

El Municipio ya había iniciado pasos como el desenterramiento de la fosa común del pueblo. Pero dos años más tarde, la Diputación de Badajoz, a través de una comisión encargada de revisar, recomendar y dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica, apuntó al nombre del estadio.  ¿La medida de presión? Tocar el dinero. "Los municipios que no cumplan la Ley de Memoria Histórica no podrán optar a Ayudas, Subvenciones, contratos o proyectos de la Diputación Provincial". Como sucede cuando alguien, persona física o jurídica, se presenta a Concursos o aspira a realizar contratos con la Administración. Villanueva de la Serena, gobernada además por el PSOE no puso mayores objeciones y a final de año, en diciembre de 2017, el Ayuntamiento aprobó modificar el nombre del "Romero Cuerda" por el de "Estadio Villanovense"

El equipo tras varios años en Segunda B, regresó a Tercera el año pasado. Pero pudo volver a enfrentarse a un Primera, de nuevo en Copa del Rey en 2018, y el campo, esta vez con el nuevo nombre, también resistió logrando otro empate a cero ante el Sevilla. 

sábado, 9 de mayo de 2020

MOTOCICLISMO: GP de España, Catalunya, Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón... y ahora Andalucía

Me salgo del fútbol, ¿vale? Leía esta semana que el Mundial de Motociclismo planea hacer dos carreras en el circuito de Jerez, para intentar lanzar una temporada que va a quedar muy reducida por culpa del Coronavirus. Una sería el clásico Gran Premio de España que se celebra en el trazado andaluz ininterrupidamente desde 1989 (y también albergó la edición del 87) el 19 de julio, y otra, el domingo siguiente, un novedoso Gran Premio de Andalucía.

En España no nos suena raro. Son ya muchísimos años con un montón de citas motociclistas en nuestro país. Primero fueron dos, luego tres, y acabamos con cuatro. Y no nos chirrió nunca. Antiguamente, cada Gran Premio se correspondía con el país que lo organizaba y para el aficionado era sencillo vincularlo. Hubo apaños raros, como que San Marino tenga Gran Premio aunque se dispute en Italia (raro por cierto que no se haya utilizado esto con Andorra...), como que el  madrileño Jarama celebrase el Gran Premio de Portugal en 1987, o el inventarse un Gran Premio a nivel continental que permita dar la organización a un país que ya tenía otra cita en el calendario. En Motos, esa solución se hizo para meter Montmelo y el Jarama en los 90. En Fórmula 1, sirvió para dar a Gran Bretaña o a Alemania un segundo Gran Premio o hacer un hueco al trazado urbano de Valencia, más recientemente. Hubo también otras estridencias más rebuscadas. España tuvo dos Grandes Premios en motos en 1998, el de España se disputó en el Jarama y el de Jerez se denominó "Gran Premio Expo 92". El Jarama, que ya había albergado Grandes Premios como España y esa ocasión como Portugal y siempre ha intentado mantenerse en el Mundial también celebró carreras con otros nombres como Gran Premio de la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) (1993), Gran Premio de Europa (1991) o Gran Premio de la Comunidad de Madrid (1998).

Y es que desde hace tiempo, hemos pasado a estas denominaciones sin disimulo, que en España entendemos perfectamente. Pero fuera de nuestro país yo no se como se perciben. Recapitulando, en el campeonato del mundo de motocilicmo en los últimos años nos hemos encontrado con que han existido el Gran Premio de España, que desde 1989 se ha disputado ininterrumpidamente en Jerez. Otra carrera en Montmelo. Entre el 92 y el 95 se disputó en el circuito catalán el GP de Europa, desde el 96 y también initerrumpidamente tenemos el Gran Premio de Cataluña. En 1999 se incorporó el Gran Premio de la Comunidad Valenciana en el circuito de Cheste. Y, por si no fuera suficiente, desde 2010 el Gran Premio de Aragón completando 4 fechas en el Mundial de Motociclismo. El Jarama, que en su día ya hemos visto que albergó diferentes nomenclaturas, desapareció del calendario en 1998 con la única edición de Gran Premio de Madrid. Andalucía será la quinta autonomía que presente un Gran Premio con su nombre propio, coincidente además con el Gran Premio de España. 

En su día, y ahora vuelve a suceder, la cita de Montmelo parece peligrar del calendario. Y uno de los argumentos que más se utilizó para luchar por retenerla por parte del Govern era que era el mayor evento internacional en el que aparecía el nombre de Catalunya, equiparable al de otros Grandes Premios que toman la denominación del país. Y en pleno Proces, pues hombre, no es poca cosa. También es cierto, que desde el punto de vista de diluirlo entre territorios españoles, no se puede negar que funciona al existir el resto de grandes premios autonómicos. no sé como se percibe esto en el extranjero, en primer lugar por el overbooking español y en segundo lugar si se comprende correctamente nuestro estado autonómico y su repercusión en este tema deportivo.

jueves, 7 de mayo de 2020

El "poppy" como señal de duelo por los caídos y su relación con el fútbol británico

Aunque hace unos años le dediqué una breve entrada, creo que es un tema que merece más vuelta y explicación. Y más tras haber tratado el tema de James McClean, el pioneros en "salirse de la norma" y negarse a llevarlo.

El lucir una amapola, el "poppy" es un símbolo en recuerdo y homenaje, en primer termino a los combatientes en la I Guerra Mundial aunque posteriormente su uso se ha ido extendiendo a otros conflictos y en general, se ha convertido en un apoyo a las Fuerzas Armadas. Se inspiró en el poema "En los campos de Flandes" del médico canadiense John McCrae que en mayo de 1915 en plena contienda, quedó impresionado tras ver morir a su amigo Alex Helmer, y entre la ferocidad de la batalla brotaban las amapolas rojas.

Unos años más tarde, con la guerra finalizada, Moina Michael, una voluntaria estadounidense compuso otro poema inspirado en el de McCrae, "Mantendremos la fe", y popularizó el uso de la amapola como recuerdo a todos los que ayudaron en la Guerra. El símbolo se extendió rápidamente tanto en EEUU, como en el Reino Unido como en el resto de países de la Commowealth, y desde 1921 el 11 de noviembre se convirtió en el "Día del Recuerdo" y una fecha de homenaje a los que tomaron parte en la Guerra. Desde entonces, han pasado casi 100 años. Y el famoso "poppy" ha sido objeto de polémicas, de ver como su uso iba mutando de su concepción original o que incluso hayan surgido amapolas de otros colores diferentes a la roja, añadiendo otras simbologías o marcando pequeñas aportaciones a la originaria de color rojo.

EL POPPY EN EL FÚTBOL, ¿TRADICIÓN EN LA PREMIER?
¿Pero y el fútbol? Realmente nos gusta repetir mucho que llevar la amapola es una tradición en la Premier League. Y bueno, sí. Tradición... de apenas una década. Por supuesto, se podía portar, se hacían homenajes a militares o veteranos en los campos. Pero, el lucirlo en la camiseta, el primer equipo que decidió sumarse al "Día del Recuerdo" fue el Leicester en 2003. Una iniciativa propia del club, sin más pretensión, añadiendo la amapola a su uniforme ese 11 de noviembre de 2003.
Inglaterra-España 2011, con brazaletes con el poppy

Pero año tras año, el "poppy" fue imponiéndose. En 2009, el daily mail titulaba "solo tres clubes de la Premier siguen negándose a respaldar la campaña para honrar a nuestros héroes" y hacía mención a la negativa de Liverpool, Manchester United y Bolton a diferencia del resto de equipo. En el texto incluso se decían cosas como "jugarán el fin de semana sin lucir la amapola en un obstinado desafío a la opinión pública". En 2011. ya nadie se atrevió a llevar la contraria y en 2012, en vez de ser cada club el que realizase su diseño, se llegó a un acuerdo de lucir un poppy unificado, con el mismo diseño para los 20 equipos de la Premier. Desde entonces, en noviembre, jugar con la amapola en el domingo más próximo al 11 de noviembre se ha convertido en algo prácticamente obligatorio. En una seña de identidad del campeonato. Además, a lucir la amapola en la solapa se sumaba el cuerpo técnico. Y eso provocaba que por supuesto lo llevasen técnicos ingleses, o Capello como seleccionador, pero también, extranjeros como Hiddink, Guardiola, Mourinho, Ancelotti o incluso un alemán, país que combatían esos caídos, Jurgen Kloop. 

No fueron las únicas polémicas que la implantación del poppy traía. No todos mostraban su adhesión a lucir ese emblema. En primer lugar, en 2010, el Celtic, el equipo católico de Glasgow decidió sumarse a la campaña con el poppy y llevarlo en sus camisetas en un duelo contra el Abeerden. Pero parte de sus aficionados mostraron una gran pancarta mostrando su rechazo y su negativa a considerar a las fuerzas armadas británicas como héroes por los conflictos de Irlanda, Iraq y Afganistan. No querían un "poppy manchado de sangre".
Inglaterra-Escocia, Wembley 2018. Pese a la prohibición los dos equipos portan
 el brazalete con la amapola
FIFA VS POPPY
En 2011, fue la FIFA la que no permitió lucir el poppy a la Selección Inglesa en un amistoso contra España en Wembley que cayó en 11 de noviembre. la Selección Inglesa quería llevarla en el uniforme pero la prohibición de llevar símbolos políticos y/o religiosos primaba sobre cualquier homenaje. Al final, acabó tolerando la amapola pese a no poder lucirla en la camiseta, autorizó a que los jugadores ingleses portasen un brazalete negro con el poppy. Sin embargo en 2018, de nuevo al coincidir partido internacional con el 11 de noviembre, se produjo el mismo debate. Y además, en este caso además partido oficial, clasificatorio para el Mundial 2018 y a celebrar en Wembley un Inglaterra-Escocia. La FIFA, esta vez fue aún más tajante y ni siquiera permitió llevar la amapola en los brazaletes. Aún así, los dos equipos desobedecieron y saltaron al campo con ellos, y las Federaciones recibieron una sanción económica. Las otras federaciones britishGalés e Irlanda del Norte, que también disputaron partido contra Serbia y Azerbaiyán, no llegaron tan lejos y solo las mostraron al inicio del choque pero no en los uniformes. 

Matic, sin el poppy a diferencia de su compañeros del United

En 2012, comenzó McClean, irlandés y que ya tuvo su entrada propia, con su negativa a lucirla en la camiseta a diferencia de sus compañeros, circunstancia que ha mantenido con firmeza en las temporadas siguientes. Y en 2018, el que se sumó a las negativas ha sido el central serbio del Manchester United, Nemanja Matic. Aunque llegó a la Premier en 2014 (tuvo una primera etapa anterior en el Chelsea en la campaña 2009-10 pero apenas jugó) al Chelsea, y luego pasó al United, no había mostrado reticencias. Hasta que en 2018, decidió no llevarlo en la camiseta. Y explico su razón. él era un niño serbio de 12 años, cuando en 1999 la OTAN decidió bombardear su país por el conflicto que se estaba produciendo en Kosovo. El ejercito del Reino Unido uno de los que más aportaron en la ofensiva, y Matic explicó, que entendía que no era correcto llevar el "poppy" en la camiseta. Por supuesto, recibió voces que le criticaron y otros que salieron a defenderlo ¿Surgirán nuevos casos? ¿Quizá los argentinos por su afrenta en Malvinas? Gente como Aguero, Tevez o Mascherano por ejemplo, lo llevaron sin problemas. También Pochettino como entrenador portaba el pin de una amapola en la fecha señalada. 

Con el paso del tiempo, esa reivindicación de la amapola en honor de los caídos está empezando a percibirse como un símbolo del nacionalismo británico. Y más en unos años de reivindicación nacional aupada por el Brexit. En regiones más nacionalistas o en grupos antiimperialistas están surgiendo corrientes de rechazo. Además, de esa creciente fiscalización sobre quien se niega a portarlo, que no solo afecta al fútbol.

lunes, 4 de mayo de 2020

James McClean, el defensor de la causa irlandesa

Su caso, quizá sea lo más parecido a "Oleguer" que tienen en Inglaterra. Un futbolista que no ha ocultado sus creencias políticas y se ha manifestado en varias ocasiones a favor de la unión de Irlanda. Tanto que ha protagonizado diversos episodios polémicos y que le han convertido en el objetivo de pitos e insultos desde la grada por esas convicciones. James McClean es un centrocampista nacido en la ciudad de Derry, perteneciente a Irlanda del Norte, y una de las ciudades más marcadas del conflicto entre católicos y protestantes con la disputa de su unificación con Irlanda o la permanencia en el Reino Unido. Formado en una familia católica, McClean ha tenido claro sus pensamientos y, pese a dedicarse al fútbol no los ha escondido. Y de hecho, la comparación con Oleguer, resulta un tanto incompleta. Pues mientras el catalán jugaba en el Barça, con algunos sectores de apoyo favorables, y se decía despectivamente aquello de "está  por lo que está" minusvalorando sus condiciones futbolísticas, McClean, desde que dejó la modesta liga irlandesa en 2011 lleva el resto de su carrera profesional en Inglaterra. Teniendo que hacer frente a agravios, pitos y amenazas, en ocasiones incluso de su propia afición por sus inclinaciones políticas.

Con 31 años, puede lucir más de 150 partidos en Premier League con la que ha jugado con Sunderland y West Bronwich Albion, y otros tantos en la segunda categoría inglesa jugando con Wigan y actualmente en el Stoke City. Y desde entonces, McClean desde el altavoz que le da el fútbol ha defendido la causa irlandesa. Pese a que en categorías inferiores y hasta la Selección Sub 21, sí que defendió la camiseta de Irlanda del Norte, como le correspondía por nacimiento. Sin embargo, cuando en 2011 le llegó la primera llamada para defenderla a nivel absoluto, McClean rechazó la convocatoria. Y explicó el motivo, "solo defendería la camiseta de Irlanda". Pese a que el seleccionador norirlandés, trató de convencerle, McClean se mantuvo firme. Y en enero 2012, la FIFA validó su posibilidad de jugar con Irlanda, y Giovanni Trappatoni no tardó mucho en citarlo.  Pese a que su decisión implicó insultos y amenazas, desde entonces, más de 60 partidos internacionales con Irlanda, presente en las Eurocopas de 2012 y 2016 y una destacada carrera. En este periodo también se ha enfrentado a Irlanda del Norte, como en el duelo amistoso disputado en 2018 entre los dos conjuntos que se celebró en Dúblin.

No serían sus únicas acciones reivindicativas. El día 11 de noviembre, o su domingo más próximo, ya es tradición en la Premier que los equipos luzcan una amapola en sus uniformes, como símbolo a los combatientes británicos caídos en las Guerras Mundiales. A esta costumbre, se han unido incluso entrenadores extranjeros, Benitez, Ancelotti, Guardiola, o incluso un alemán, Jurgen Klopp. Y muchos de estos uniformes son donados para ser subastados, y la recaudación se destina para apoyar a familiares o asociaciones de combatientes. Era una cuestión prácticamente intocable. Impensable que alguien se negase. Y McClean desde el 2012, y año tras año, ha explicado que él no lucirá el famoso "poppy". De nuevo, razonó su postura. Y pese a apoyar a los combatientes de las guerras mundiales, en las cuáles también tomó parte Irlanda, asocia llevar la amapola como homenaje al ejercito británico, causante de mucha muerte en la ciudad de Derry, hecho especialmente el conocido como el Bloody Sunday de 1972. Pese a las críticas, abucheos, insultos y amenazas. McClean, se mantuvo firme y cada año en noviembre, su uniforme, a diferencia del de sus compañeros, no porta la amapola.

Por si esto fuera poco, en valiente trayectoria de McClean, recientemente en Instagram se excedió con una publicación. Encerrado en casa por el confinamiento del coronavirus, con los campeonatos de fútbol parados, subió a la red social una fotografía tapado con un pasamontañas, hablando con sus hijos y el texto "Todays School Lesson - History" y un emoticono riendo. Evidentemente, el guiño al IRA era evidente, y de nuevo los medios ingleses esta vez se lanzaron a por él con la broma. Al poco rato borró la publicación y pidió disculpas.

domingo, 3 de mayo de 2020

RECONSTRUYENDO (I): Escudos y uniformes


Tengo que redireccionar muchos enlaces... ya que todos los ajenos al blog los perdí, pues al menos los que generaban tráfico interno voy a intentar ponerlos correctamente. Así que, para no resultar muy pesado, una vez al mes, publicaré una entrada de recordatorio por secciones. Podéis aprovechar para releer post antiguos. La fecha entre paréntesis es de cuando se publicó por vez primera. En algunos casos esos artículos podrían ampliarse y actualizarse. Quizá se haga.


En esta primera ocasión, voy a traer casos donde analizamos los símbolos más representativos de los equipos de fútbol. Sus ESCUDOS, NOMBRES Y UNIFORMES.

ESCUDOS:

UNIFORMES:

viernes, 1 de mayo de 2020

Estadios de Fútbol con nombres franquistas (IV): Las dificultades de "Kichi" con el Ramón de Carranza

Parece increíble que sea uno de los temas que más ha tenido que sortear "Kichi" como alcalde de Cádiz. Si en 2015 se alzó con el bastón de alcalde y rompía 20 años de Gobierno conservador gracias a un acuerdo con el PSOE. En 2019 mejoró aún más sus resultados, se convirtió en la lista más votada y recibió un claro espaldarazo de la gente. Además, concurría con una marca propia, intentando desligarse de Podemos y remarcar su carácter localista y andaluz. E indudablemente funcionó. 

Y una de las asignaturas pendientes que tenía la ciudad era avanzar con el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica. Se trató de renombrar además dando papeles destacados a figuras femeninos, populares y de gente ligada a Andalucía y a retirar el de personajes vinculados a la dictadura. Y eso afectaba a Ramón de Carranza. La figura, padre e hijo, eran claras. El padre, Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera, marqués, marino de guerra, Gobernador Civil, diputado, senador... y nombrado alcalde no electo de Cádiz en la dictadura de Primo de Rivera. Cuando se proclamó la República, se negó a entregar a su cargo y negó la legitimidad al nuevo sistema. Abandonó Cádiz, y marchó a Sevilla. Pero en 1936, con 74 años y bastante mermado de salud, en cuanto se produjo el alzamiento, tomó una avioneta, mostró su adhesión a los militares golpistas y volvió a ser nombrado alcalde y gobernador civil de la provincia por Queipo de Llano, hasta su fallecimiento un par de meses más tarde. 

La ciudad contaba con una avenida que llevaba el nombre del militar y en noviembre de 2017 fue cambiada su nomenclatura. Se modificó por el de Avenida 4 de diciembre de 1977, fecha histórica del Nacionalismo andaluz donde se produjeron importantes manifestaciones reclamando la Autonomía de la región andaluza. El grupo municipal de "Cádiz sí se puede" que además tenía una concejalía especifica para el ámbito de Memoria Histórica, con el apoyo del PSOE sacó adelante el cambio. ¿El paso lógico sería operar de la misma forma con el campo de fútbol que recibía el mismo nombre?

Sin embargo... surgieron las reticencias. Las personas consultadas daba impresión que podían aceptar la modificación de una calle, pero el nombre del estadio, que permanece inalterable desde 1955 levantaba más ampollas y no era recibido con agrado. Incluso el himno oficioso del club, menciona el Carranza entre sus letras. Y, Kichi, fiel aficionado cadista y sus concejales, prefirieron echar el freno. Se habló de que no corría tanta prisa, que se abriría un proceso para evaluar y decidir el futuro nombre pero... acabó la legislatura y el campo del Cádiz permanece con el nombre de Ramón de Carranza. En este nuevo periodo, Cádiz ha seguido avanzando en aspectos de retirada de símbolos vinculados a la dictadura. Pero de momento... el nombre del Estadio sigue rindiendo homenaje al militar golpista. De hecho el Cádiz, antes del parón por el coronavirus marcha líder de Segunda. ¿Conseguirá el ascenso? ¿Y, volverá a Primera con el nombre de Ramón de Carranza? ¿Se modificará o nuevamente el fútbol quedará ajeno a cumplir con lo que dispone la Ley de Memoria Histórica?

ACTUALIZACIÓN: Según publican hoy mismo algunos medios, el Ayuntamiento va a recuperar esta iniciativa y abrir un proceso de participación para elegir nuevo nombre, barajándose incluso el de "Michael Robinson", ex accionista de la entidad. Veremos si el proceso avanza.