miércoles, 27 de junio de 2012

EURO 2012: España-Portugal: De Tordesillas, Naranjas, Claveles...

Godoy
España y Portugal pugnan por un hueco en la final de la Eurocopa. Los dos hermanos ibéricos se ven las caras, España como defensora del título, Portugal como eterna aspirante y con un Cristiano Ronaldo como principal amenaza. Un duelo de igual a igual, en el que, a las 20:45 se empezará a dirimir quién ocupa esa rincón de gloria en Kiev.

Como vecinos, España y Portugal acumulan una amplía historia. De hermanamientos a peleas. De ayudas y socorros, a ninguneos y envidias, de injerencias en las Monarquías y sus conflictos dinásticos a servir de exilio para reyes expulsados de sus tronos. Ya desde el siglo XV, Portugal tomó partido por la Infanta Juana, hija del rey Enrique IV de Castilla (aunque la acusaban de bastarda y ser en realidad del noble Beltrán de la Cueva, de ahí su apodo de la Beltraneja), mientras que Castilla se alzó en armas por otorgar el trono a Isabel I de Castilla, la Católica, hermana del difunto rey. Con el Tratado de Alcaçovas (1479) se puso fin al conflicto, y se repartieron los dominios de las Azores, Cabo Verde y Guinea para Portugal y las Canarias para España. La "heredera" Juana acabaría su días en Portugal sin volver a pisar Castilla. Tras el descubrimiento de América, España y Portugal volvieron a pugnar por las tierras, y el Tratado de Tordesillas repartió la explotación del nuevo Mundo... de una manera un tanto caótica y con las dificultades que entrañaba un reparto de ese calibre en pleno siglo XV, pero de ahí viene el origen de Brasil como colonía portuguesa, a diferencia del resto de Sudámerica.

Más lejos llegarían las cosas, cuando bajo reinado de Felipe II, en 1580 y tras tomar Lisboa, era nombrado Rey de Portugal al haber fallecido sin descendientes Sebastian I. Reivindicó el trono y se impuso al resto de contendientes. En 1640, los portugueses volvieron a proclamar su independencia.

España y Portugal esquivaron sus conflictos durante unos cuantos siglos. Mientras España veía padecer un lento declive de su Imperio, los portugueses aprovecharon una época de bonanza y desarrollo económico. Hasta que en 1801 volvieron a enfrentarse en el campo de batalla en la guerra de las Naranjas. El apoyo de los portugueses a Gran Bretaña y no respetar el bloqueo continental que había decretado Napoleón provocó un breve conflicto armado con España. Se declaró la guerra en febrero, pero hasta mayo, España, por orden del primer ministro y  generalísimo Manuel Godoy no se lanzó al combate. Acabó tomando varias poblaciones portuguesas sin que apenas hubiera resistencia en un conflicto que apenas duró unas semanas. El nombre, lo recibió del regalo que envió Godoy a la reina María Luisa consistente en un ramo de naranjas. España, sabedora de su superioridad militar esperaba un gran victoria que no se produjo, y además no pudo presionar para anexionarse parte de Portugal, la devolución de Menorca o Gibraltar bajo bandera británica o la entrega de Malta a Francia. Seis años después, 1807, España y Francia volvieron a declarar la guerra a Portugal, pero esta vez, Napoleón decidió enviar a sus propios ejercitos, y de paso, ir dejando contingentes sobre suelo español para tomar la Península Ibérica y acabar con el reinado de los Borbones. Pese a que el despliegue francés resultó, y José I llegó a ser proclamado rey, se topó con la resistencia de los españoles que combatieron a los soldados napoleonicos, promulgaron una Constitución Liberal y restauraron a Fernando VII en el trono.

Desde entonces... los dos países ibéricos han padecido menos aventuras juntos. No chocaron en los conflictos del Norte de África, compartieron dictadura autoritaria (aunque algunos aseguran que Portugal era otra de las reivindicaciones que le planteó Franco a Hitler en Hendaya) desde antes y después de la II Guerra Mundial en la figura de Oliveira Salazar... gobierno que concluyó en 1974 tras la Revolución de los Claveles. De hecho, cuando los últimos ejecutados durante el franquismo, con protestas en toda Europa y una amenaza de excomunión del Papa Pablo VI al propio Franco, que aún así no dio su brazo a torcer. En una Lisboa que había iniciado ya su tránsito a la democracia, la embajada española fue asaltada.

Posteriormente, quizá los últimos ejemplos de disputa de España y Portugal han quedado subyugados. Entraron juntos a la Comunidad Económica Europea en 1986, aunque Portugal, cuyas negociaciones de adhesión las había iniciado con anterioridad exigió que su nombre figurase primero, también entraron a la vez en el Euro y comparten la vecindad de PIGS en esa Europa que se hunde irremediablemente. Han sido suavizadas las reclamaciones territoriales portuguesas sobre la ciudad de Olivenza, el Gibraltar Portugués, que no fue devuelto tras la Guerra de las Naranjas, y que la CIA llegó a situar en 2003 como una de las regiones más conflictivas de la Tierra... Aún hoy, Portugal no reconoce la soberanía española y se niega a delimitar su frontera en ese territorio... 

Mucha historia. Hoy simplemente fútbol.

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